Las diferencias que reconoció ayer en el ITESO el candidato presidencial del partido Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez, que tiene con el gobernador Enrique Alfaro, son sólo uno de los factores que hacen que las condiciones con las que arrancan la contienda las y los candidatos emecistas en Jalisco no sean tan positivas como en los últimos tres procesos electorales en los que se consolidaron como la primera fuerza política de Jalisco.Desde el 2015, cuando Enrique Alfaro conquistó la alcaldía de Guadalajara y llevó al partido naranja a ganar los más importantes municipios de la Entidad y la mayoría del Congreso local; la del 2018, cuando ganó en su segundó intento la gubernatura de Jalisco y MC retuvo las alcaldías más pobladas y la bancada mayoritaria en el Poder Legislativo; y en la pasada elección intermedia del 2021, donde mantuvieron la mayoría en el Congreso y los más importantes municipios, entre ellos Guadalajara, que ganó Pablo Lemus con todo y que llegó como relevo de Ismael del Toro, quien sorpresivamente renunció a la candidatura a unos días de iniciar las campañas, nunca habían llegado con una división tan marcada con la dirigencia nacional de MC.En todas estas elecciones los emecistas de Jalisco llegaban como los constructores del principal bastión de votos de este partido, a los que Dante Delgado no les regateaba un ápice. Esa circunstancia empezó a cambiar desde que en noviembre de 2021 pasado el proceso electoral, y pese al notable crecimiento en los resultados electorales, el fundador y dueño de la franquicia política naranja, Dante Delgado, decidió remover de la dirigencia nacional del partido al senador jalisciense Clemente Castañeda.Desde ese momento empezaron a crecer las diferencias entre ambas partes, que se profundizaron con la decisión de Dante de no registrar candidatos para las gubernaturas en el Estado de México y en Coahuila, en el 2023. Todo se acabó de romper cuando el veracruzano no dejó transitar la candidatura presidencial de Enrique Alfaro, quien en junio reprochó a la dirigencia nacional no sumarse a la alianza opositora para luego anunciar su retiro de la vida político electoral. La última descalificación a sus ex aliados políticos fue la semana pasada, que dijo no identificarse con el movimiento “fosfo-fosfo” que representa el candidato presidencial y su principal impulsor, el gobernador de Nuevo León, Samuel García. Otro motivo de diferencias entre Dante y la nomenclatura emecista en Jalisco fue la defensa que hizo de Lemus, cuando por criticar y no participar en la marcha por una “FIL libre de Raúl Padilla” en diciembre del 2022, los alfaristas quisieron evitar por todos los medios su postulación a la gubernatura del Estado.La forma en cómo procesen estos rompimientos y diferencias internas será clave para que MC confirme su hegemonía política en Jalisco y resista el fortalecimiento de Morena en la Entidad, el partido del Presidente, que va en alianza con el Partido Verde, PT, Hagamos y Futuro. Es por eso que la de este 2024 es la elección “D” de MC en Jalisco.jbarrera4r@gmail.com