Dante Delgado, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, renunció a que su partido contienda en la elección del Edomex y Coahuila este año. Su argumento, envuelto en el cursi tremor discursivo de la “dignidad política”, esgrime que declina porque las dos elecciones ya se pactaron entre Morena y la alianza PRI-PAN-PRD (Edomex será para Morena y Coahuila para la coalición opositora). La decisión acepta varias lecturas que interpelan el escenario político local y nacional. Recojo las principales: 1. Dante pactó con AMLO. Al bajar de la contienda a su candidato Juan Zepeda ayuda más a Morena que a la alianza PRI-PAN-PRD. El candidato emecista, según proyecciones, le quitaba entre seis y siete puntos a la morenista Delfina Gómez, y sólo dos a la oposición. Esta lectura coloca al dirigente como traidor que negocia bajo la mesa para ayudar al oficialismo. 2. Dante fijó su tarifa y la alianza opositora no le llegó al precio. Eso lo convierte en un codicioso. 3. Dante, un añejado político cuyo colmillo llega a la luna, quiere evitar el desgaste electoral para arribar con más fuerza a 2024. Eso lo transmuta en un estratega implacable, pero deja en el limbo a su partido hasta la elección presidencial. 4. Dante quiere mantener intacta la rentabilidad de MC y al sacarlo de la contienda simplemente se equivocó. Eso lo vuelve un ingenuo o un perezoso incapaz de imaginar una mejor ruta. 5. Dante entregó la cabeza de Juan Zepeda en Edomex, el más importante bastión priista, a cambio de que AMLO deje repetir a MC en Jalisco para 2024. Enumero rápidamente algunas objeciones a las lecturas anteriores: Morena ganará el Edomex con o sin MC en la contienda; el movimiento naranja gana en Jalisco con, sin y a pesar de Morena; Dante está grandecito para cometer errores, seguro trae un juego oculto que desconocemos. Difícil conocer el fondo, pero en la forma queda claro que la decisión de Dante fue unívoca y fracturó todavía más su relación con Enrique Alfaro, quien declaró el martes: “Desconozco los motivos de esta decisión y prefiero no opinar al respecto”. Dante Delgado, ¿cuña del oficialismo, bisagra electoral al mejor postor o tercera vía en genial construcción? Entre los nueve círculos del Infierno que Dante Alighieri dedicó a los pecadores en la Divina Comedia, el cuarto lo destinó a los codiciosos. Su castigo es empujar eternamente pesadas moles de oro mientras chocan unos con otros entre injurias. El octavo círculo lo dedicó a los fraudulentos repartidos en diez trincheras en donde metió a los delincuentes y seductores, estafadores, hechiceros y falsos profetas, políticos corruptos y otros, la mayoría torturados con fuego. En el noveno círculo habitan los traidores ahogados en hielo por la frialdad con que actuaron en vida. En la divina comedia de Edomex y Coahuila, ¿cuál es el pecado de Dante? jonathan.lomelí@informador.com.mx