Concluido ayer el periodo ordinario de sesiones del Poder Legislativo e iniciado el receso del segundo año de la LXIV Legislatura, hoy que se instale la Comisión Permanente sabremos si se discutirá o no la propuesta de reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria que envió el gobierno de la autollamada cuarta transformación el pasado 23 de abril, con el argumento de las urgencias para hacer frente a los efectos sanitarios y económicos provocados por la pandemia del coronavirus y que tanto ha dado de qué hablar en la última semana.De entrada, los llamados grupos parlamentarios de contención que integran a las bancadas del PAN, PRI, MC y PRD advirtieron que no votarán a favor de esta iniciativa porque la consideran violatoria del orden constitucional.De hecho ya acordaron votar en contra de que se convoque a un periodo extraordinario de sesiones y cerrar así la posibilidad de discutir la próxima semana la iniciativa dictaminada ya en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados con la mayoría de Morena y sus aliados.Como se sabe, para convocar a sesiones extraordinarias en la Comisión Permanente se requieren al menos 25 votos. Los partidos aliados al Presidente Andrés Manuel López Obrador tienen sólo 24 votos, si es que todos siguen fieles a la 4T y ninguno atiende los llamados a votar a conciencia, que ha hecho el aún poderoso diputado morenista Porfirio Muñoz Ledo, quien ha coincidido con la Oposición en el sentido de que la reforma es innecesaria, anticonstitucional y concentraría más poder en la figura presidencial.Si eventualmente salvan este riesgo y mantienen su bloque de 24 votos, les faltaría uno para poder llamar a este periodo extraordinario, por lo que tendrían que lograr ganar la voluntad de alguna o alguno de los 13 legisladores que formaron el frente parlamentario de contención, situación que se ve muy poco probable pero no imposible.Los opositores aseguran que la iniciativa promueve la opacidad al no establecer un límite a los recursos que el Ejecutivo puede reasignar del presupuesto federal aprobado por el Congreso, y en específico, porque en la propuesta enviada se plantea desaparecer el Fondo Metropolitano de este año para destinarlo a dar apoyos económicos a micro y pequeños empresarios afectados por la pandemia, entre otros aspectos. En respuesta, los morenistas argumentan que lejos de arrebatar la facultad de definir y vigilar el gasto presupuestal al Poder Legislativo, la iniciativa la fortalece y reduce la discrecionalidad que ha existido siempre en el ejercicio de los recursos públicos.Entre estos jaloneos, lo mejor sería dar mayor tiempo para la discusión, ya que si, efectivamente, siempre han existido amplios márgenes de discrecionalidad y opacidad en el manejo de los presupuestos públicos, no solo federales, sino estatales y municipales, en el Ejecutivo, pero también en los poderes Legislativos y Judiciales, federales y locales, hacerlo en fast-track con mayoriteo de por medio, lejos de avanzar en transparencia podríamos retroceder aún más. Veremos. jbarrera4r@gmail.com