Los últimos meses había sido Encarnación de Díaz (La Chona, le dicen los alteños) y Teocaltiche, los municipios en el ojo del huracán por los constantes sobresaltos, angustias y luto que los grupos del crimen organizado provocan en sus habitantes. Desde el viernes pasado que se supo de la desaparición de los jóvenes Roberto Cuéllar, Uriel Galván, Dante Hernández, Diego Alberto Lara y Jaime Miranda, Lagos de Moreno se convirtió en el epicentro del terror causado por las bandas de la delincuencia organizada, como han irrumpido por historias trágicas como esta, muchas otras zonas de Jalisco y del país.El denominador común de La Chona (donde el mes pasado también desparecieron las jóvenes hermanas Adriana, Marisela, Rosa Olivia y su amiga Beatriz, de las que nada se sabe de su paradero), Teocaltiche (donde por la violencia que despliegan las milicias del narco se han registrado desplazamientos de población en comunidades enteras) y Lagos de Moreno es que están enclavados en la región Altos Norte de Jalisco. Si uno toma un mapa de la República y pone una tachuela sobre el municipio de Lagos, la hoja se sostendrá porque se ubica justo en el centro del país. En torno a su geografía hay salidas carreteras a Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Zacatecas y al centro del país. Por ello ahí se han instalado grandes empresas nacionales y extranjeras, y en años recientes todo un corredor de industrias que proveen al conglomerado automotriz instalado en la zona del Bajío. Pero esta zona neurálgica para el país por su ubicación estratégica y logística ha despertado desde hace al menos dos décadas también el interés de los grupos del crimen organizado, que hoy se disputan a sangre y fuego la región.Primero fueron los enfrentamientos entre los sicarios de los cárteles de la droga que se disputaban esa plaza, pero luego vino la infiltración a los cuerpos policiales y la cooptación de sus gobiernos. Se han diputado este territorio clave el cártel del Golfo, a través de Los Zetas, que fue contenido por el cártel de Sinaloa, mismo que en los últimos años ha emprendido una guerra sin cuartel contra el cártel Nueva Generación. Fuentes policiales de aquella zona del Estado explican que los constantes enfrentamientos que se han registrado en los últimos cuatro años en esa región, es porque en Lagos se logró imponer esta última organización criminal, mientras que los de Sinaloa se replegaron en La Chona y Teocaltiche, con la idea de recuperar terreno a la primera oportunidad.Esta disputa narca ha crecido arrasando con su paso la tranquilidad de sus pobladores mientras las autoridades federales y estatales (las municipales, por infiltradas o anuladas, ya ni dicen nada), no hacen más que repartirse culpas. Habrá que decir que esta inacción no sólo es de naranjas y morenos, sino viene de administraciones de todos los colores, como mañana veremos.jbarrera4r@gmail.com