A lo largo de mi carrera he trabajado con potentes bailarinas; algunas de ellas como Fanny Cano con el conocimiento sutil de las energías del cuerpo. Utilizaré mis palabras, estoy segura que ellas con su sabiduría utilizarían otras. Me arrojo pues…Casi todas esas mujeres del movimiento -con quienes logré trabajar desde el teatro- Liz Mercado (Pájaro de Nube) o Bárbara Luna (JazzTroupe) y otras, muchas, muchas más, han sido mis maestras y me han compartido su consciencia del poder del trabajo corporal: Hilda Prats y Triana Maciel (Las Cabales), Miguel Ángel Rivera (Joven Ballet del Cabañas), Lucero Korkowski (Korkowski Ballett und tanz).La danza es longeva en mi vida; han ido y venido proyectos, festivales, trabajos, amigos y siempre ha estado ahí como la fantasía de eternidad que otorga la vida. La danza puede regalarte costales de sabiduría ancestral y ese conocimiento cuasi celular es precisamente el que necesitamos honrar. Y hoy lo honro.Observemos el camino de Karen Lugo, una tapatía flamenca que radica en Barcelona (que brinca de grabar un video con Calamaro a participar en “Flamenco, flamenco” de Carlos Saura) y es de admirar su ductibilidad para explorar fuera de la olla, desde el flamenco brinca a India y, se pierde en la música y entiende otras disciplinas. Observemos la búsqueda en el yoga de bailarinas de cierta trayectoria (¿Hay una conexión virtuosa?). Observemos la profundidad de pensamiento de niñas como Paulina Ruiz -quien obtuvo la beca para estudiar en Amor de Dios en Madrid en Ibérica Contemporánea- quien desde la intuición hilvana cuerpo, alma, movimiento (¿es otra conexión virtuosa?).Nunca fue mi intención utilizar la danza para sanar (que ironía ¿no?) y fue ella quien sorpresivamente y a cachetadas me dio el regalo. Es como una ofrenda sagrada, un mantra budista. Sólo hay que guardar silencio, trabajando con el cuerpo. Otros han andado este camino. Yo sólo me he puesto aquí para referenciarlo.Así caí una mañana cafetera en los entrenamientos de una señora llamada Adriana Quinto -de quien me habían hablado mucho, muchas de las creadoras que ya nombré-, entonces la observo y admiro -como labor de acupunturista- el desarrollo intuitivo en la aplicación del conocimiento ¿técnico?. A vuelta de tuerca y de barra y de cadera y de ombligo y de pelvis surgen, salen, caen y se devastan las emociones, las preguntas, las cuadraturas, las decisiones. La angustia en el pecho por pelvis que no pude sostener.La danza -para mi que escribo, que actúo, que bailo, pero sobre todo que existo- es un camino de conocimiento bíblico para conocerte. Es la poesía colocada en los huesos. Es importante cuidar a quien elegimos para alumbrarnos el camino.Gracias a todos los maestros.