En el tiempo transcurrido desde que la actual administración del Gobierno de Jalisco inició sus funciones, el pasado 6 de diciembre, muy pocas irregularidades heredadas del Gobierno anterior han sido ventiladas. Los muy contados casos pasan por la Secretaría de Educación, donde el nuevo titular Juan Carlos Flores Miramontes, ha revelado una red de venta de plazas para maestros e irregularidades en la administración de recursos para la construcción de infraestructura.Apenas el viernes 22 de febrero, el titular de la Hacienda jalisciense, Juan Partida Morales (tuve oportunidad de entrevistarlo), hizo público que en la Secretaría de Salud Jalisco se registran malos manejos que alcanzan un monto de hasta 500 millones de pesos.Por otra parte, el titular del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco (Ipejal), Iván Argüelles Sánchez, reconoció la semana pasada que el Instituto está en peligro de quedarse sin recursos para las pensiones de decenas de miles de trabajadores, pero no ha dado información suficiente sobre las decisiones financieras tomadas en la administración pasada, que evidentemente fueron erróneas, pues se invirtió en la compra de terrenos ociosos y además, en el financiamiento de las Villas Panamericanas que siguen ahí, indefinidas.Otro ejemplo reciente es el del Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG), un organismo de reciente creación que aunque fue recortado en presupuesto y personal, es también una “cajita de sorpresas” que da cuenta de manejos no sólo irregulares, sino plenamente ilegales.Con 62 personas y un presupuesto que rebasa 30 millones de pesos en el año actual, el Instituto se fundó durante la administración del ex gobernador Aristóteles Sandoval, con el objetivo principal de brindar información detallada sobre la realidad del Estado de Jalisco, en temas como demografía, economía y seguridad. A la fecha, su utilidad es cuestionable.La nueva administración encontró en el IIEG algunas sorpresas como el hecho de que el jardín del edificio (ubicado en Zapopan, concretamente en Ciudad Granja) no tiene arbolado porque se utiliza como espacio para fiestas; incluso, cuentan con un toldo para protegerse de los elementos. Encima de todo, existen pruebas de las quejas vecinales por los jolgorios que armaba el personal del Instituto.Dentro de las instalaciones del IIEG hay una motocicleta totalmente empaquetada y sin utilizar, que fue comprada con recursos propios “porque sobraron”. Otra novedad es que una antena geodésica fue mal operada y quedó inutilizada, pero para hacerla funcionar se contrató a un proveedor, con costo interno; adicionalmente, se presentaron denuncias por basificaciones irregulares y por si fuera poco, hay indicios de que parte del personal del IIEG hacía trabajos de consultoría a clientes privados, utilizando personal e instalaciones públicas.De todo esto debe tener conocimiento la Contraloría del Estado que encabeza Teresa Brito, según afirma el actual director Augusto Valencia López.Hay preguntas que son pertinentes después de conocer de estos casos: si en sólo cuatro dependencias, entre éstas un instituto muy pequeño si se compara con las secretarías de Salud y Educación, se cometieron tal cantidad de abusos, ¿de cuánto más se han enterado y no lo han dado a conocer? ¿Y a qué esperan para iniciar investigaciones, sancionar y reparar daños?También eso forma parte de un Jalisco que se pretende refundar.