Junto a la mala y preocupante noticia que nos dio el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) el jueves pasado de que el número de pobres en México creció en tres millones 800 mil personas al pasar de 51.9 millones de mexicanos viviendo en pobreza en 2018 a 55.7 millones en el 2020, vino también una buena que tiene que ver con la preservación de la independencia de este Órgano Constitucional Autónomo (OCA’s) cuyo mandato constitucional es medir cada dos años la eficacia de las políticas y los programas antipobreza de los gobiernos.Y es que el tono de desaprobación presidencial y desprecio a los contrapesos que representan para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador los OCA’s, y que provocaron la desaparición del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, y la descalificación al trabajo de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), del INE, del Instituto de Transparencia y el Inegi, entre otros, ya había alcanzado también al Coneval en julio del 2019.Fue cuando vino la embestida a este organismo, que como los otros, es fruto de décadas de luchas de la sociedad civil, y se anunció la destitución fulminante de Gonzalo Hernández Licona, quien fue fundador y estuvo 14 años como titular de este organismo, que es ejemplo mundial y que siempre fue incómodo para los gobiernos por medir de forma independiente los resultados de los programas sociales y el número de pobres en el País. El cese vino luego de que Hernández Licona publicó un artículo en el que mostraba su desacuerdo con la reducción presupuestal que la Secretaría de Hacienda decidió y que ponía en riesgo la actividad del Coneval. Al día siguiente, en su rueda de prensa mañanera, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, no descartó desaparecer al Coneval y que sus funciones las asumiera el INEGI. Dijo que mejor sería utilizar los 600 millones de pesos que tiene de presupuesto esta instancia para combatir la pobreza, porque sus altos funcionarios se “servían de lo lindo”.En este contexto, se dio el nombramiento de de José Nabor Cruz Marcelo, un académico de la UNAM con excelente reputación y reconocimiento que fue designado como sustituto de Hernández Licona. La preocupación de los especialistas en el tema por ese cambio era que Nabor se sometería a quien lo designó a la hora de evaluar la eficacia o no de los programas sociales de la 4T y las mediciones se hicieran a modo para avalar las políticas sociales del lopezobradorismo.Para bien del País esa incógnita y ese pendiente se despejaron positivamente luego de que el Coneval reveló datos de crecimiento de la pobreza que no gustaron nada al Presidente y que incluso los rechazó el viernes pasado, cuando como de costumbre, dijo tener otros datos.Nabor cumplió en el Coneval al preservar su independencia. Ahora se le debe proteger de una eventual remoción como represalia presidencial actualizando en el Poder Legislativo la Ley reglamentaria que norma la operación de ese órgano y que sea el Congreso y no el Presidente quien designe a sus titulares.Todos debemos cuidar este espacio clave para ajustar y mejorar el combate a la pobreza.