La boleta para gobernador

Ya está conformada la boleta para la elección de gobernador de Jalisco. Tenemos siete candidatos; seis hombres y sólo una mujer, Martha Rosa Araiza Soltero, del partido Nueva Alianza que competirá por el último lugar con el candidato del PRD, Carlos Orozco Santillán, y que no tiene posibilidad alguna de ganar la elección. Lo primero que hay que apuntar es que vamos otra vez a una elección de machos, entre machos y con lógica de machos. Esto no es menor, pues convierte a la política en un asunto que niega de entrada a la mitad de la población. La paridad de género estará solo en las candidaturas a alcaldes y diputados, con la esperanza que un día eso se traduzca en que tengamos la posibilidad de que una mujer sea candidata de un partido que sí tenga posibilidad de ganar.

De los siete candidatos, tres han sido ajonjolís de todos los moles, tienen ideas tan firmes que los llevan de un partido a otro

Otro punto que destacar es que, de los siete candidatos, tres han sido ajonjolís de todos los moles, tienen ideas tan firmes que los llevan de un partido a otro sin importar ideologías o colores. Enrique Alfaro nació en el PRI, migró al PRD, ahora es dueño de MC en Jalisco, aunque dice que no es militante; Salvador Cosío también salió del PRI, coqueteó con el PRD, quiso ser independiente y terminó arropado por el Verde, un partido sin ideología y listo para acoger a cualquiera que le salve el registro, es decir que le mantenga viva la chequera; Carlos Lomelí hace seis años estaba en el PRD, hace tres en MC y ahora en Morena. El chiste se cuenta solo. Miguel Castro (PRI), Miguel Ángel Martínez Espinosa (PAN) y Carlos Orozco Santillán (PRD) siempre han estado en el mismo partido. Son, en ese sentido, más consistentes, pero sus partidos no, así que en el fondo da igual.

A pesar de la aparente diversidad, la elección es sólo de dos, y con mucha distancia entre ellos: Enrique Alfaro y Miguel Castro. La única oportunidad que tiene el candidato del PRI es que el resto de los candidatos crezca sobre los votos de Alfaro, pues, salvo Cosío, que sí podría robar algunos de los mermados votos que le quedan al PRI, los demás van tras los votos que hoy tiene el abanderado de MC.

Aunque parezca una elección definida de antemano, por la diferencia en las encuestas, sería un grave error, sobre todo de los naranjas, pensar que así es: mayores diferencias se han derrochado por exceso de confianza.

La boleta está completa, pero tristemente eso no significa que el menú sea un menú completo.