La vergonzosa cifra de 11 víctimas mortales que se han sumado en el actual temporal de lluvias hubiera podido elevarse si uno o varios automovilistas hubieran pasado por la muy transitada Avenida López Mateos al momento que el pavimento se colapsó y dejó el socavón más grande de la historia de la ciudad. Por fortuna, eso no pasó.Desde luego, el gobierno estatal debería ya estar investigando para deslindar responsabilidades de este desperfecto más en la insuficiente infraestructura hidráulica de la ciudad, que cada temporal se ve rebasada y exhibe las deficiencias de las dependencias encargadas de darle mantenimiento. Sobre todo si se confirma que antes de que se abriera ese enorme boquete, llegaron varios reportes al Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) de una fuga de agua justo donde se abrió el mega socavón, que, como de costumbre, fueron ignorados. No por nada es la dependencia que acumula más quejas de la ciudadanía.Enhorabuena que la advertencia del mega socavón no trajo pérdidas de vidas humanas, pero las multimillonarias afectaciones en horas hombre, en contaminación ambiental y en la degradación aún más en la calidad de vida de miles de jaliscienses que ya sufrían el colapso vial en esa avenida clave para la movilidad de la población, debe marcar un antes y un después en la visión y la conciencia de los efectos negativos de la mala planeación urbana y la corrupción inmobiliaria, que permite construcciones todos los días sin invertir en la infraestructura y equipamiento que esos nuevos proyectos habitacionales exigen.Estas omisiones y complicidades por parte de la autoridad han creado un entorno que cada vez provoca más riesgos para las familias y sus patrimonios, y que se manifiesta en toda su dimensión, cada temporal de lluvias.Porque las muertes por arrastre de corrientes crecidas, como ya pasó con la joven Paola en el Arroyo El Seco, que también destruyó las tuberías y canales que provocaron el mega socavón en la Avenida López Mateos, se deben al crecimiento excesivo de los escurrimientos del agua de lluvia que cada año encuentra menos puntos de infiltración por la impermeabilización del suelo por parte de fraccionadores y desarrolladores de vivienda que no cumplen con la Ley de Aguas para el Estado de Jalisco y sus Municipios.Porque parte del origen del mega socavón y otras calamidades está en el incumplimiento desde hace diez años de esta Ley, que, como lo consigné aquí la semana pasada, en su artículo 86-Bis, señala en su primer párrafo que “toda ocupación que genere superficies impermeables, deberá poseer un dispositivo de control del escurrimiento del agua de origen pluvial”.Hay responsabilidades que cobrar a muchos funcionarios que no han hecho cumplir esa Ley y otros reglamentos.Porque esa letra muerta provoca mega socavones y también muertes.
