Una esfera dorada corona la puerta de círculos concéntricos. Encima de ésta una corona labrada y la leyenda “Santidad a Jesucristo”. Abajo, presidiendo el altar, el trono, también en dorado y blanco con las iniciales NJ bordadas sobre la cabecera, está vacío. Los fieles de la Luz del Mundo conmemoraron la Santa Cena, la principal celebración de esta iglesia, en ausencia de su líder. Hicieron todo lo posible porque todo sucediera de la manera más normal. No negaron el problema, Naasón Joaquín está detenido en Los Ángeles en espera de un juicio por abuso sexual, pero no hicieron de su ausencia el leitmotiv. Habían hecho previamente una marcha de desagravio de su líder por las calles de la ciudad. Ayer se concentraron en la celebración eucarística.La dinastía Joaquín no se ocultó, por el contrario, fue evidente que se trata de un linaje familiar. Los recibió Eva García, la madre del líder, y Adoraim Joaquín Zamora, hijo de Naasón, nieto de Samuel, bisnieto del fundador Aarón, y próximo apóstol, fue el encargado de dar el mensaje de bienvenida a los fieles de todo el mundo. De igual manera fue evidente la distancia de la clase política. Los líderes de la iglesia se anticiparon a cualquier desaire y anunciaron que no invitarían políticos en esta ocasión. Todos los que hace apenas unos meses hubiesen corrido a estar cerca de la celebración, hoy borran las fotos.Ellos hablan de que convocaron a 600 mil fieles, imposible saberlo, lo único seguro es que no caben, como tampoco caben los dos millones de católicos en la romería del 12 de octubre de las que hablaba el cardenal Sandoval -poco a poco han ido nuevamente bajando la cifra-, ni fueron 15 millones los votos evangélicos que prometió el PES que a la postre perdió el registro. (El primer gran milagro de todas las iglesias es la multiplicación de los fieles y las limosnas).Lo más importante de la celebración del día de ayer es que quedó claro que la iglesia La Luz del Mundo es, a sus casi cien años, una institución fuerte, con lógicas y estructuras sólidas frente al vendaval. Era difícil imaginar una situación más compleja y a pesar de ello la celebración se llevó a cabo con normalidad. Pero la duda, el elefante en la sala que todo mundo ve y del que nadie habla, es qué pasará si Naasón es encontrado culpable y condenado en los próximos meses en la corte de Los Ángeles. La sucesión está firme y fue reafirmada ayer en la celebración: el trono no quedará vacío. Lo que no está claro es cuál sería el efecto interno, en la estructura eclesial, pero sobre todo en los fieles, de un golpe de ese tamaño.(diego.petersen@informador.com.mx)
