Ningún otro ombudsman estatal ha emitido tantas recomendaciones públicas por violaciones a los derechos humanos como el saliente Alfonso Hernández Barrón: 682 en cinco años al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco. Sin embargo, lo que podría representar un indicador positivo, en realidad dimensiona el “ninguneo” de las autoridades de todos los niveles hacia el organismo, pues sólo cuatro recomendaciones se han “cumplido satisfactoriamente”, según reporta la Comisión en su página de transparencia. Sólo el año pasado, la CEDHJ emitió 283 recomendaciones por violaciones a los derechos humanos. Para dimensionar, los antecesores de Hernández Barrón emitieron, en promedio, apenas medio centenar de recomendaciones por año. Tras más de dos décadas de existencia, tenemos una Comisión en un punto crítico y dedicada a la “maquila” de recomendaciones sin efecto alguno en la realidad: una mera relatoría acumulativa, notarial y descarnada, de la tragedia en derechos humanos que vive el estado y el país. El problema es que la ley, desde su origen, señala que una recomendación “no tendrá carácter vinculatorio o imperativo para la autoridad”. El problema, entonces, radica en un modelo agotado en donde ya no hay voluntad política para atender los llamados de la Comisión (incluso ha perdido impacto mediático). O quizá nunca la hubo pues en toda su historia, la CEDHJ sólo registra el cumplimiento satisfactorio de 17 recomendaciones. Para poner una muestra, la macro recomendación por la contaminación en el río Santiago tiene un cumplimiento de apenas 33%. La ley establece que, si bien la Comisión carece de facultad para hacer cumplir sus recomendaciones, los diputados pueden citar a comparecer a los funcionarios señalados para que respondan ante su omisión. Pero la voluntad política tampoco está en el congreso. Hace unos días, los diputados locales rechazaron un exhorto de la priista Hortensia Noroña Quezada dirigido a autoridades municipales y estatales para que cumplieran 175 recomendaciones pendientes. Los diputados naranjas y sus aliados del PAN simplemente se abstuvieron de votar para frenar la propuesta. ¿Por qué la Comisión ha dejado de ser un mecanismo de presión para los gobiernos? ¿Qué tan obsoleto es el modelo actual que emite recomendaciones, medidas cautelares, posicionamientos, pero sin incidir en acciones concretas? Este miércoles cerró el registro de aspirantes para encabezar la CEDHJ a partir del próximo mes. La mesa está puesta para que, igual que siempre, se defina al próximo titular por un acuerdo político de cuotas y cuates. La casa lleva mano. Pero incluso si no fuera así, ¿puede un solo hombre, por mucha solvencia moral o capacidad que tenga, lograr con méritos propios lo que ya no puede garantizar el diseño de una institución?