Domingo, 06 de Octubre 2024

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Kumamoto: los unicornios no existen

Por: Jonathan Lomelí

Kumamoto: los unicornios no existen

Kumamoto: los unicornios no existen

En torno a Pedro Kumamoto hay dos posturas: quemarlo en leña verde o dulcificar su decisión de aliarse con Morena-Verde-PT-Hagamos en 2024. Una tercera opción es retroceder un paso y juzgar en su contexto las decisiones de este joven de 33 años. 

Sus críticos -me considero uno de ellos- pasan por alto que desde 2020, cuando fundó Futuro, dejó de ser el independiente que nos hizo creer en los unicornios en la política. Cualquier reclamo actual es extemporáneo. Hace tres años que juega con las reglas del establishment. Es una insensatez reclamarle que se comporte como lo que dejó de ser. 

Recordemos que una alianza partidista ahogó el efecto Kumamoto en 2018. Lo he dicho antes: Kumamoto y Juanita obtuvieron como independientes más votos (761 mil) para el Senado que cualquier partido. Más que Morena (707 mil), Movimiento Ciudadano (655 mil) y el PAN (448 mil). Pero la suma de los votos de MC y el PAN en alianza dieron el primer lugar a Clemente Castañeda y Verónica Delgadillo. La curul por primera minoría fue para Morena. Pedro perdió la elección con más votos obtenidos en su vida. Eso marcó su carrera y su concepción de la política. Por eso fundó Futuro. Para jugar con las reglas de la partidocracia que este año le dieron 30 millones de pesos de presupuesto en prerrogativas para su partido.  

De hecho, el alfarismo se consolidó gracias al pragmatismo aliancista con Morena en 2012 y con el PAN en 2018. Enrique Alfaro ha tripulado partidos como el PRI, PRD y MC para recorrer cada milla de su carrera política. ¿De qué otra forma se puede cruzar el río de la democracia electoral?

Hace tiempo que Kumamoto perdió frescura pese a su juventud (es mi impresión personal). En 2021 lo entrevisté en radio como candidato de Futuro a Zapopan. Me desconcertó su discurso ensimismado, ciertos lugares comunes de su argumentación, pero sobre todo, una falta de ambición o emoción auténtica. Lo atribuí al desencanto o al extravío. 

Eso se reflejó en el resultado de su candidatura por Zapopan en 2021. Quedó en tercer lugar con 15% de los votos. Uribe de Morena con 18% quedó en segundo lugar y Juan José Frangie de MC arrasó con el 46% de los sufragios. Por cierto, ni sumados todos los votos de Morena-Verde-PT-Hagamos-Futuro en aquella elección hubieran derrotado a Frangie; juntos sumarían apenas 36% de los sufragios. Zapopan es el municipio más consolidado para MC junto con Tlajomulco. 

En su discurso de ayer para defender la alianza atisbo esa misma falta de encanto o ambición en Kumamoto (con la lectura acartonada de un texto). Entiendo que el pacto con Morena está condicionado a impulsar desde el Congreso local el aborto legal, una ley de vivienda, reformas al SIAPA y en materia de seguridad y violencia contra las mujeres. Esas propuestas apalancarían el discurso del ex independiente y justificarían una coalición (siempre que la o el candidato a gobernador de Morena sean presentables). 

No hay duda. Kumamoto se juega su Futuro en esta elección. Enfrenta el fin de su carrera o su verdadero resurgimiento político. Cada ciudadano y ciudadana decidirá si Kumamoto merece otra oportunidad o el olvido. Esto es la realpolitik; los unicornios aquí no existen. 

jonathan.lomeli@informador.com.mx
 

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