Kamala Harris y su esposo se conocieron en una cita a ciegas; ella era fiscal general en California y él, abogado. Un año después, se casaron. La candidata a la presidencia de Estados Unidos y Douglas Emhoff recién cumplieron 10 años de matrimonio. Su aniversario fue justo el día en que se hizo oficial su candidatura, como la segunda mujer demócrata que disputará una elección contra el republicano Donald Trump (la primera fue Hillary Clinton, en 2016).Apenas se convirtió en candidata, y la vida personal de la también vicepresidenta de EE. UU. atrajo los reflectores, centrando la conversación en su familia, una familia mezclada, como ellos mismos la llaman. Una familia como millones que existen en el mundo, con parejas que van por segundas nupcias, conviviendo con los hijos e hijas de su primer matrimonio.Kamala no tiene hijos, pero adoptó como propios a los de Emhoff. Son Cole y su hermana Ella, de 30 y 25 años; cuando los conoció, eran unos adolescentes y comenzaron a llamarla “Momala”, la mezcla de mom (mamá en inglés) y Kamala. Ese título o sobrenombre ya es parte de la campaña, para posicionar a Harris como una mujer que protege y cuida a los suyos.“En nuestro país necesitamos que seas Momala del país”, le dijo la actriz Drew Barrymore a la vicepresidenta durante una entrevista televisiva el 29 de abril.En la Convención Nacional Demócrata -donde se oficializó su candidatura- participaron Douglas Emhoff y sus hijos, hablando sobre su familia y lo que ha significado Kamala en sus vidas. “Puede que no nos parezcamos a otras familias en la Casa Blanca, pero estamos dispuestos a representar a todas las familias de Estados Unidos”, enfatizó Cole, buscando sumar votos a la candidatura de Kamala, su madrastra.A Harris la apoya también la exesposa de su marido, Kerstin Emhoff, que se ha sumado como una aliada más para ayudarle a ganar la elección. “¡Estoy emocionada de pasar los próximos 74 días trabajando duro para ayudar a Doug y Kamala a ganar este noviembre!”, escribió Kerstin en su cuenta de Instagram @kemhoff.Desde que Kamala Harris asumió como vicepresidenta, su esposo se ha hecho llamar “Segundo Caballero” (bajo el entendido de que a la esposa del presidente de Estados Unidos se le llama “Primera Dama”), y su rol, como tal, ha sido bastante activo.Ahora, en la contienda electoral -a diferencia de Melania Trump, que se ha mantenido totalmente de bajo perfil en la campaña de su marido Donald Trump-, Emhoff busca el voto de la comunidad judía, a la que él pertenece. Su compromiso, ha dicho, es contra el antisemitismo, contra el prejuicio, la discriminación y el odio a los judíos.“Kamala es una guerrera alegre. Está haciendo por su país lo que siempre ha hecho por la gente a la que quiere. Su pasión nos beneficiará a todos cuando sea nuestra presidenta. Esto es lo que pasa con los guerreros alegres: siguen siendo guerreros. Y Kamala es tan dura como parece”, dijo Emhoff en la convención demócrata.Las elecciones en EE. UU. son el próximo 5 de noviembre. En los siguientes días, Kamala se enfrentará en las urnas ante un viejo lobo de mar, estridente y agresivo, que suele salirse de sus casillas a la menor provocación. Harris habrá de mostrar que es mucho mejor guerrera de la que habla su marido.
