A siete meses de arrancar su administración, Joe Biden se enfrenta a su primer calvario (Sucesión de adversidades y pesadumbres -Real Academia de la Lengua). Dos problemas con más de 12 mil kilómetros de distancia lo tienen en el ojo del huracán y que marcaran su legado como presidente de Estados Unidos. El primero se ubica en Kabul, Afganistán y el segundo en la frontera con México.En los escenarios hay un común denominador: La vigilancia, seguridad, protección y desplazamiento de personas. En Afganistán, por el precipitado retiro de tropas que ha provocado un caos en el proceso de sacar a todos los norteamericanos y a las personas que han colaborado con ellos en los 20 años que han permanecido ese país, además de los miles de afganos que en el torbellino de eventos solicitan el amparo para pedir refugio. Mientras que en la frontera, la llegada de miles de migrantes que piden asilo, situación que ha causado un embrollo por la complejidad de atender a los solicitantes, desde recibirlos, procesarlos y darles asistencia.Ambos circunstancias son herencias, pero a Biden le ha tocado procesarlas y ponerle el punto final o darle definición.En Afganistán lo que ha fallado es el procedimiento de retiro -y terminar con la invasión de 20 años-, en donde Joe Biden se dice responsable, pero en donde aparentemente también hubo malos cálculos de la inteligencia militar norteamericana que fallaron en la recomendación de la logística de la salida; sin embargo, al final de cuentas, la decisión vino del jefe de las fuerzas armadas que es el propio presidente. En la llegada de miles de migrantes a la frontera, fue seguramente ‘su mensaje sibliminal’ de que las cosas iban a cambiar en el sistema migratorio y que se sometería para su aprobación una reforma, lo que alentó a miles de migrantes a dirigirse a la frontera y pedir asilo.Tanto en Afganistán -quienes piden refugio- como en la frontera -quienes solicitan asilo- muchos de los aplicantes a la protección de las leyes estadounidenses no llenan los requisitos. El anuncio que se hizo en la capital Kabul hace dos semanas, es que se ayudaria a salir del pais a los afganos que durante los últimos 20 años habían trabajado o colaborado en los proyectos de la embajada de Estados Unidos. Y lo que vemos en estos días en el aeropuerto de Kabul son familias completas, miles de afganos que simplemente quieren alejarse del sometimiento del régimen de los talibanes. En la frontera sucede un caso similar, de los miles de migrantes que se presentan, son detenidos o se entregan ante la autoridades de migración, se estima que sólo un cinco por ciento tienen un caso que procede bajo los términos de la ley de asilo. Sin embargo, a un gran porcentaje se les ha permitido permanecer en el país mientras sus casos son procesados en las cortes migratorias.La tarea de Biden ahora en Afganistán -la que él mismo reconoce como “peligrosa y riesgosa”-, es sacar a la brevedad posible a todos los que piden salir y solicitar la ayuda internacional para que se les de refugio -como ya han aceptado varios países- y darle punto final a esta triste página de la historia para Estados Unidos. Al final de cuentas, es salirse -a como dé lugar- y se terminó la historia. Pero con el problema migratorio en la frontera con México, el problema es muy complicado. No hay forma de evitar que continúen llegando personas a pedir amparo.Será un proceso bastante prolongado, con el agregado que el sistema migratorio se enfrenta sometido a constantes cambios en las cortes judiciales con la disyuntiva de continuar con las deportaciones masivas de migrantes, el regresarlos a México o permitirles la estancia temporal.La solución de la migración está muy lejos de resolverse. Con el problema en la frontera, el Congreso difícilmente procederá a legislar una reforma integral como Biden la propone -que es muy independiente a las peticiones de asilo-, en donde hay cuatro mil millones de dólares de presupuesto que servirán de inversión en zonas de Centroamérica que son de donde provienen una gran cantidad de migrantes.Así que, el calvario de Afganistán y la frontera, apenas en el primer año de su administración, ya le mancharon la historia de la prolongada hoja de servicio público a Joe Biden. ¿Usted, qué opina?