La vida cambia en un segundo. Lo saben aquellos a quienes las circunstancias colocan en un desafortunado momento frente a la persona equivocada.Hace sólo unos días un linchamiento en Juanacatlán ubicó en el ojo público la furia de una población que pasó por encima del control de las autoridades, en busca, a toda costa, de venganza contra quien aparentemente abusó y privó de la vida a un menor de cuatro años.Ahora es una niña de 10 años quien debe asimilar lo que será la vida luego de ver vulnerada su integridad por un agresor sexual, un hombre de 46 años que fue sorprendido el pasado 26 de julio con la pequeña dentro de su auto.Presuntamente la menor fue motivada a subirse al vehículo del sujeto a cambio de dinero. Se detuvieron en la Avenida 16 de Septiembre de El Salitrillo, una de las colonias marginadas en la periferia de Puerto Vallarta. No hubo ninguna movilización por su desaparición; nadie notó la ausencia de la niña aquella tarde.Fue durante una ronda por dicha colonia que una unidad de la Policía identificó a un hombre en actitud sospechosa afuera de su automóvil. La inspección de los elementos condujo al hallazgo, la menor se encontraba sin ropa y la detención fue inmediata; sin embargo, la falta de información pública mantuvo reservados los detalles sobre el caso durante varios días: se trataba de quien fuera jefe de Recursos Humanos de la Policía municipal de Puerto Vallarta.La inmediatez y la fuerza de la presión pública en las redes sociales pudieron más que el procedimiento de las dependencias, nada que sorprenda considerando casos recientes como el de Giovanni López en Ixtlahuacán de los Membrillos, ocurrido en mayo pasado, cuya información se mantuvo velada por casi un mes.Con el transcurso de los días se dieron a conocer más detalles de los hechos y se vinculó a proceso al detenido. Se publicaron los comunicados oficiales correspondientes en los que no puede faltar la aseveración de que habrá justicia. Se ejercerá todo el peso de la ley sobre Luis Alonso “N”, quien se desempeñaba en el cargo público mencionado luego de ganar un juicio laboral contra el ayuntamiento años atrás, pues había sido destituido en alguna administración.Ahora todo el peso de la ley deberá responderle también a la pequeña, quien ha tenido la atención y seguimiento de organizaciones de la sociedad civil para la defensa de sus derechos humanos.Organizaciones que han estado al pendiente de este caso en el que nuevamente la marginación y la inocencia colocan en una situación altamente frágil a este grupo social: niñas, niños y adolescentes que no han desarrollado una conciencia reflexiva sobre los riesgos a los que se enfrentan a diario en las calles, esas en donde a nuestras autoridades no les alcanza para hacerse presentes.Esta sobreviviente al abuso deberá sanar las heridas emocionales por todo lo que ha vivido en las últimas semanas, pues los seis meses de prisión preventiva para su agresor, mientras se investiga el caso en el que posiblemente haya más de un delito por procesar, seguramente no le ayudarán a olvidar aquel domingo.