En su última audiencia preparatoria en Los Ángeles, el líder de la Iglesia la Luz del Mundo, Naasón Joaquín, se declaró no culpable, con lo que tendrá que ir a juicio en el mes de noviembre. No era una decisión sencilla: declararse no culpable lo obliga a someterse a un juicio público donde los fiscales tratarán de evidenciar y probar los 36 delitos por los que se le imputa, con lo que circulará información e imágenes comprometedoras y escandalosas que afectarán al líder y probablemente a su primer círculo de colaboradores y a su familia. Declararse culpable habría evitado el juicio, pero anula de tajo el discurso de victimización que ha asumido como estrategia de defensa. En el punto en el que estaba la reversa habría sido un golpe terrible para los miles de seguidores que confían y pelean por su inocencia.La apuesta es alta y lo que se juega en ella también. Si Naasón Joaquín logra demostrar su inocencia, saldrá fortalecido frente a su comunidad y a la jerarquía de la iglesia que él preside. Si, por el contrario, resulta culpable, el efecto sobre la Iglesia la Luz del Mundo será el reacomodo más importante desde su fundación hace casi 100 años. Un veredicto contra Naasón implica un duro golpe no sólo al líder sino a la así llamada por algunos miembros de la iglesia “familia real” a la que le costará mucho trabajo continuar con la “dinastía apostólica”, esto es una tradición en la que el liderazgo y el carisma se heredan en la misma lógica de una monarquía.Evidentemente si la resolución de la Corte es condenatoria a Naasón Joaquín, el discurso será de victimización, una prueba de que los enemigos acechan, que hay quienes buscan acabar con la obra del apóstol como él mismo lo había predicho, etcétera. La pregunta es si eso basta para amortiguar el golpe, si alcanza para que otro miembro de la dinastía Joaquín se convierta en el nuevo líder la de la iglesia o si se impondrá la lógica de los obispos que buscan una iglesia más institucional y sobre todo sin “familia real”. Los próximos meses serán de mucho ruido, fake news de una y otra parte y discursos incendiarios y fanatizados de creyentes y detractores. Aunque ya se ven cambios, han comenzado, por ejemplo, a quitar las iniciales NJ de Naasón Joaquín de algunos templos, el verdadero efecto de este golpe tardará algunos años en decantarse. De lo que podemos estar seguros es de que cuando la iglesia la Luz del Mundo llegue a su primer centenario, en abril de 2026, no será la misma de hoy, el efecto del juicio, sea cual sea el resultado de éste, será mucho más profundo de lo que se piensa.diego.petersen@informador.com.mx