Hace tiempo que dejé de discutir con otros conductores cuando voy al volante. Soy un Cochista Anónimo de Lento Manejar (CALM) porque ahora trato de ser invisible en esta noble y leal ciudad de Guadalajara. Yo no era así. Sucesos como el de la noche del miércoles en Nextipac, en Zapopan, son un constante recordatorio. La siguiente historia se repite a menudo en las crónicas policiacas de la ciudad. Una pareja viajaba en un vehículo Chevrolet Aveo cuando a la altura del poblado de Santa Lucía tuvieron un altercado vial con un par de motociclistas. Se hicieron de palabras y la pareja del auto continuó su camino. Sin embargo, se dieron cuenta de que las motos los seguían. Los alcanzaron en Carretera a Nextipac y Camino al Alemán. El conductor del Aveo, de 25 años, se bajó para confrontar nuevamente a los conductores de las motos. Según el reporte policial, un motociclista sacó una pistola y comenzó a disparar. La víctima corrió a refugiarse en su auto mientras le realizaban varias detonaciones. La acompañante del conductor, una mujer, tenía tres meses de embarazo y recibió un disparo en el vientre. Él recibió cuatro impactos en la espalda. Todavía logró conducir hasta una gasolinera para pedir ayuda. Ambas víctimas se reportaron en estado crítico de salud. Una búsqueda rápida en la hemeroteca arroja estos resultados. En junio, un elemento de la policía de Zapopan en su día franco fue golpeado y acuchillado tras un incidente vial. En mayo de este año, en Jardines del Valle, Zapopan, un hombre de 25 años fue asesinado tras un altercado vial. El mismo mes, en la colonia La Micaelita, en Tlaquepaque, el conductor de un camión repartidor fue asesinado. Sí, tras un problema vial. El 29 de diciembre del año pasado, una mujer fue baleada después de un pleito vial con el conductor de un Mercedes Benz negro en Prados Tepeyac, Zapopan. El recuento podría continuar…He logrado dominar mi desesperación cuando el conductor de enfrente se queda parado ante el semáforo en verde viendo reels en su celular; cuando dan una vuelta prohibida y casi rozan mi defensa evito al máximo el claxon; si se vuelan el alto agacho la mirada y si me presionan por la velocidad, les cedo el paso. Te sugiero, apreciable lector y lectora, que en esta escalada de violencia comunitaria y criminal, en donde una riña se salda con plomo, redoblemos la calma y las medidas de precaución. jonathan.lomeli@informador.com.mx