Y Juan Villoro subió al espacio que se acondicionó como un escenario. Delante de él alrededor de una cincuentena de presentes expectantes. En la primera fila, Luis Arriaga, rector del ITESO, así como autoridades de esta universidad, Catalina Morfín, Mónica Márquez, Gerardo Valenzuela, maestros, invitados.Detrás del autor de, La tierra de la gran promesa, su más reciente obra presentada en la FIL 35, la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla.Villoro, se sentó en uno de los dos sillones, acompañado de un cuaderno, con apuntes en unas dos o tres páginas, dejó su portafolio en el piso, tomó el micrófono e inició el concierto de palabras, la atención era unánime, por el tono de su voz, por el conocimiento del significado de cada frase que expresaba, las que iban impregnando el bosque que abraza a la Universidad Jesuita de Guadalajara. Villoro concluyó el concierto de palabras, que pareció corto. Los asistentes, se percibía, querían escucharlo más. Los aplausos reconocieron a uno de los escritores más prestigiosos de México. Fue el martes, el día de la inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, del ITESO, donde Juan Villoro fue invitado especial.“Cada vez que se inaugura una biblioteca es un triunfo de la civilización”, dijo el egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana.Si se tratara de una presentación boxística, Juan Villoro ganó por decisión unánime el martes en el ITESO. El escritor y periodista comentó que tiene una crónica sobre la pelea más multitudinaria de la historia, Julio César Chávez en el Estadio Azteca, “se llama La tempestad superligera; tengo un cuento que se llama Campeón ligero, la historia de un boxeador; he escrito sobre distintas figuras del boxeo, es algo que me ha interesado culturalmente”.-A Julio Cortázar le apasionaba el boxeo…-Un escritor muy significativo para mí, una gran influencia, sobre todo en los años de formación. Me llegué a aprender cuentos de memoria con mi mejor amigo, nos hacíamos toritos, de qué cuento es esta frase, realmente éramos idólatras de Julio Cortázar.-¿A Juan Villoro le apasiona el boxeo?-No. No me apasiona, me gustó mucho en mi juventud. México tenía grandes campeones como Vicente Saldívar, figuras muy populares como Rubén Olivares, pero es un deporte de la pobreza y de la brutalidad. Sabemos que hay peleadores tan extraordinarios como Muhammad Ali, que terminaron muy mal por los golpes recibidos, creo que es una profesión que castiga mucho. A mí me ha interesado como fenómeno social, pero del mismo modo en que toco temas que yo no fomento pero que son importantes, como la violencia, por ejemplo. Y por ahí estaré atisbando.