A pesar de no haber ganado la gubernatura del Estado (salvo que el Tribunal Electoral diga otra cosa) ni ayuntamientos del área metropolitana, es válido afirmar que uno de los mayores ganadores en las elecciones del pasado mes de junio es el partido Morena; y es que basta contrastar sus resultados del presente año con los obtenidos hace tres y seis años para notar el meteórico ascenso que tuvieron en estas recientes elecciones.Uno de los mayores reflejos de lo anterior es la integración del Congreso del Estado que se conforma por 38 diputados, 20 de los cuales son electos por el voto directo y los 18 restantes por representación proporcional (mejor conocidos como plurinominales).Durante la actual legislatura, MC cuenta con 17 diputados (todos electos por voto directo) y en la siguiente tendrán 11, de los cuales únicamente cuatro fueron electos por voto directo; en cambio, Morena pasó de tener tres representantes por mayoría relativa (más cinco plurinominales) a 10 curules, número que se ve incrementado si recordamos que Morena fue en coalición con el Partido Verde, Hagamos y Futuro; por lo que la coalición Sigamos Haciendo Historia contará con 19 diputados.Tal crecimiento de Morena en Jalisco genera que el gobernador electo, Pablo Lemus, enfrente un panorama político diametralmente distinto al vivido por su predecesor Enrique Alfaro, pues éste contaba con la mayoría en el Congreso, lo que aplanaba bastante el camino en todos los aspectos que implican encabezar el Ejecutivo estatal, desde el nombramiento de magistrados, consejeros de la Judicatura, fiscal del Estado y un largo etcétera que llega hasta la aprobación del presupuesto, sin necesidad de negociar absolutamente nada con el resto de las fuerzas políticas del Estado.La manera en que Lemus afronte dicho panorama marcará no sólo su administración, sino las elecciones de 2030, pues difícilmente Morena dejará ir una oportunidad como la que ahora se le presenta para dejar mal parado al mayor representante de MC en Jalisco.Por todo lo anterior, Lemus se verá en la necesidad de generar una extraordinaria estrategia de negociación, y la formación de alianzas sólidas y duraderas (adjetivos poco comunes en la política), pues su habilidad para construir puentes con las otras fuerzas políticas, tanto con Morena (que actualmente tiene impugnada la elección de gobernador) como con el resto de las fuerzas políticas, será crucial para evitar bloqueos legislativos y lograr gobernar con eficacia un Estado que presenta retos significativos.Ante un escenario tan complejo y dividido en el Estado, serán de enorme relevancia los acuerdos a los que pueda llegar MC a nivel federal con el resto de los partidos, recordando que durante las presentes elecciones se habló de una gran cercanía entre Dante Delgado con los dirigentes nacionales de Morena, así como la cercanía de Alfaro con López Obrador, quienes durante los últimos años han retomado la amistad que durante muchos años los unió.Esperemos que nuestro futuro gobernador logre tender esos puentes con el resto de los partidos pero, sobre todo, esperemos que los involucrados tengan en mente que fueron electos para servir a Jalisco y no a sus intereses personales o partidistas. En la medida en que tanto el gobernador como los diputados entiendan lo anterior y actúen en consecuencia, crecerá nuestro estado y lo harán un mejor lugar para vivir.