Con todo y el morbo que por razones obvias logra despertar un debate presidencial en determinados segmentos de la sociedad (sobre todo en las circunstancias de competencia en que se presenta el actual proceso electoral), el porcentaje de mexicanos y extranjeros que decidieron verlo y/o escucharlo, es mínimo en comparación con los 88 millones que se encuentran enlistados en el padrón electoral oficial.Aparentemente es difícil de entender por qué una mayoría desaprovechó la oportunidad de darse una idea un poco más cercana de quién es quién de los aspirantes, y cuáles son sus propuestas, pero sobre todo sus capacidades para lograr lo que proponen. Y digo aparentemente, porque es bien sabido que al mexicano promedio aún no le llama la atención darse la oportunidad del análisis y reflexión de las cosas —aún y cuando éstas puedan ser vitales para el crecimiento y desarrollo de nuestro país, durante por lo menos los próximos 30 o 50 años—. Pues los más —según cifras oficiales de los últimos procesos electorales— consideran que les es más fácil: dejar de ir a votar; votar por el que sea o anular su voto; votar en contra del régimen establecido, o incluso, de preferencia votar por quien le ofrezca menos trabajo, más facilidades para no tener que estudiar, mejores pretextos disfrazados de derechos para que otros hagan lo que nos corresponde a todos (o al menos a la mayoría) realizar para alcanzar mejores niveles de vida.Lo cual confirma el texto de un gran espectacular ubicado en una de las vías más transitadas de la Zona Metropolitana de Guadalajara, cuyo texto —palabras más, palabras menos— establece: Si no lees, más fácil podrá manipularte el Gobierno.Y es que, como bien lo han afirmado grandes personajes de la historia universal e incluso, nacional, “la información es poder”. Quien está más y mejor informado, cuenta con las herramientas necesarias para no dejarse manipular, así como para tomar decisiones acertadas y establecer una línea de conducta personal y comunitaria más apegada a la ciudadanización —término éste que no deja de ser fundamental de hacer propio, si es que realmente deseamos vivir en comunidades solidarias y con mejor calidad de vida—.Del decir y actuar de los candidatos en el debate de ayer convocado por el Instituto Nacional Electora (INE), cada uno habrá de formarse su propia conclusión. Cierto es que las opiniones de los “especialistas y comentaristas más populares de los medios de comunicación” podrán servir para que cada quien vaya bosquejando el sentido de su voto (aún faltan dos debates más —oficialmente—), empero, la decisión final está en uno mismo.APUNTEEn lo personal, el ejercicio servirá para contar con mayores elementos de análisis, e impulsar la “Cruzada Familiar” emprendida para motivar a comprometerse con el voto que nos permita seguir Avanzando.