El sector agropecuario necesita innovar, establecer estrategias de producción para cubrir, responsablemente, las necesidades alimentarias de las personas.La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), prevé que la población mundial tenga un crecimiento de más de un tercio para el año 2050 y que los ingresos per cápita se multiplicarán respecto al nivel actual, lo que implicaría un incremento en la demanda de alimentos, que a su vez requeriría un aumento en la producción de alimentos en un 70 %. Para lograr este incremento de la producción es necesario producir más con menos espacios, cuidando los recursos naturales existentes y respetando la seguridad alimentaria.En 2023, la participación de las actividades agrícolas en el producto interno bruto (PIB) de México fue del 2,2%. El PBI de dicho sector se situó en torno a los 627,000 millones de pesos mexicanos en el último trimestre de 2023, y de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en México, 8.9 millones de habitantes se dedican a la generación y transformación de bienes agropecuarios, implicando una gran responsabilidad social de los gobiernos, ya que una parte de la población que produce alimentos está en situación de pobreza extrema, lo cual limita la transferencia de tecnología e innovación a sus sistemas de producción.Es necesario crear políticas públicas que apoyen a los productores más vulnerables para mejorar la infraestructura y tecnificación del campo, ajuste en el precio de los productos primarios, insumos y servicios, y disminuir la presencia de intermediarios. En contra parte, los productores deben de capacitarse para innovar en estrategias de comercialización, mejorar sus canales de distribución, implementando técnicas de producción sostenible, seguridad alimentaria y manejo de datos.La academia tiene la responsabilidad social de formar a los empresarios y productores del futuro, además de realizar investigaciones que aporten a la innovación sostenible y transferencia de tecnología. Tal es el caso del Centro de Investigación Agropecuaria y de Medio Ambiente de Tlajomulco (CIAMAT), el rancho escuela de la UAG, que cuenta con diferentes sistemas de producción agropecuaria e investigaciones con enfoque en la sostenibilidad.Dentro de los sistemas de producción del CIAMAT, se cuenta con un sistema de ganadería regenerativa, creando así una cultura consciente de conservación en nuestros alumnos.En conclusión, el presente y futuro del campo deberá tener como pilares, la innovación sostenible, así como la responsabilidad social y ambiental, en donde los involucrados hagan conciencia con la finalidad de asegurar la disponibilidad de alimentos para todos, que estos sean suficientes, nutritivos e inocuos, garantizando el cuidado y restauración de los recursos naturales.