Es una pregunta que me da vueltas observando la gran cantidad de “tiradores” a ser candidatos independientes. Salen hasta debajo de las piedras.De todos colores: los hay excelentes, los hay buenos, malos y los hay peores. Y en este contexto resulta que el joven Kumamoto de Guadalajara es la excepción que confirma la regla. ¿Por qué?Porque, parafraseando aquella vieja canción española: “Estos independientes, ni son independientes ni son ná…”.Veamos a los independientes que buscan la Presidencia de la República. Los tres que van punteando en la recolección de firmas, que no es garantía de que les vaya a ir bien en la elección, son vistos como tránsfugas de partidos políticos tradicionales. Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, brincó del PRI a la supuesta independencia y así llegó a gobernador; Margarita Zavala hizo lo propio desde el PAN y Armando Ríos Piter del PRD.Al parecer, los tres no fueron satisfactoriamente reconocidos en sus partidos y por lo tanto no los proyectaron, y por ello buscaron esta vía del independentismo recién inaugurada en la democracia mexicana.A los otros dos independientes, Pedro Ferriz de Con y María de Jesús Patricio, que podrían tener mucho más de independientes que los tres anteriores, los vemos muy rezagados, con escasas posibilidades de conseguir las más de 800 mil firmas que requieren.Pero al hablar de los tránsfugas de inmediato surgen dos preguntas fundamentales: ¿Qué tanto hicieron por transformar a sus partidos cuando estuvieron en ellos? Y, ¿Si no pudieron hacer gran cosa por el país cuando contaban con toda la estructura y los recursos de un partido, qué tanto podrían hacer ahora solos?Las respuestas seguramente no son muy alentadoras.Y está, por supuesto, el tema de la distracción; estamos a veces tan ocupados viendo su feroz batalla hormiga por conseguir firmas para el registro, que parece que perdemos de vista a los tres que sí tienen posibilidad, y de entre los que sí saldrá el próximo presidente. Nos referimos a los ya destapados Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade, y al semi destapado Ricardo Anaya.Nada más conveniente que los reflectores estén puestos en otra parte.Y ya hablando de lo que será la elección como tal, la de julio del próximo año, los independientes van a jugar un papel de dispersión del voto, porque le van a arrancar sufragios seguramente al PRI, en segundo término a Morena y finalmente al Frente (PAN, PRD Movimiento Ciudadano).En una elección que pinta muy dividida, donde se enfrentarán los recursos casi infinitos del actual Gobierno y su costal de estrategias debidas e indebidas, y la propuesta de un cambio, aunque los contendientes vengan del mismo sistema y tengan las mismas pésimas costumbres, quien gane la elección será por un mínimo de votos, y por estos sistemas que polarizan, tendrá en contra a tres cuartas partes del país.Muy complicado para gobernar.Y es por ello, viendo el panorama, que vuelvo a la pregunta original: Estos independientes… ¿Fortalecen o intoxican al país? Ni para dónde moverse…