La crisis de las desapariciones en Jalisco no cesa, y aunque el Gobierno Estatal se ha empeñado en asegurar que no existe tal, lo cierto es que cada vez lo vemos más y más cerca.Apenas anoche se compartía la noticia del hallazgo en la Barranca de Huentitán, del cuerpo de Jesús Martin Sosa, químico de un hospital público de Zapopan, desaparecido desde el pasado viernes.Repitamos mi hipótesis: a no más de dos personas cercanas a cada uno de nosotros hay una persona desaparecida. Lo he comentado antes con familiares y amigos, y la respuesta es siempre sí, si usted está fuera de este patrón, siéntase afortunado, nadie debería faltarnos, ni en Jalisco, ni en el País, ni en ninguna parte.El fin de semana desapareció el hijo de un compañero de trabajo de mi novio. Sus captores lo plagiaron al salir de su trabajo, desempeñado en un laboratorio farmacéutico de Tlajomulco de Zúñiga.Se lo llevaron a él y a otro joven, a quien más tarde liberaron diciéndole: dile a su familia que ya ni lo busque.Su familia teme que haya sido reclutado por "la plaza" para trabajar. La desesperación de no saber dónde está el joven les mantiene en incertidumbre, habiendo decidido no denunciar "por miedo a que le hagan algo". Mi primera reacción fue decir "¿Entonces cómo esperan encontrarlo? ¿Apelan a la buena fe de sus plagiarios para que lo liberen?", pero personalmente considero que eso fue juzgar, y juzgar en una situación de la cual no puedo ni imaginar cuál hubiera sido mi reacción.La desesperación de cada familia y el desconocimiento de qué hacer en caso de una desaparición les llevan a tomar decisiones que solo ellas comprenden.Sin embargo, así se demuestra una vez más que en Jalisco no solo existen las 15 mil 216 personas reportadas como desaparecidas, de acuerdo con las cifras oficiales del Registro Estatal de Personas Desaparecidas, ellas solo son las víctimas por quienes sí se puso una denuncia por su ausencia.De hecho, de acuerdo con el colectivo de familias que buscan a sus seres queridos, Por amor a ellxs, la cifra negra podría llegar a ser de alrededor de 14 mil personas desaparecidas cada año, 14 mil personas desaparecidas de quienes no se denuncia su desaparición o plagio, con base en cifras del estudio "Nosotras Buscamos".¿Cómo podemos vivir en un sitio donde día a día encontramos nuevas fichas de búsqueda, manifestaciones para exigir la localización de una nueva víctima, noticias donde se habla del hallazgo de cuerpos y sitios de inhumación clandestinos?No se trata de generar un estado de alarma, sino de unirnos como sociedad para exigir a nuestras autoridades que emprendan acciones para atacar realmente la crisis, y para ello, en primer lugar, debe reconocerse el problema.¿Cómo se frena la crisis de desapariciones? Encontrando y detenido a los criminales que las cometen, cientos de familias de hecho saben quiénes se han llevado a sus seres queridos, lo han denunciado pese al miedo de que, en ocasiones, viven en su misma cuadra, y aun así, nadie les ha detenido.Frente a esta realidad que cada día se vuelve más cercana, el silencio y la resignación no deben ser opción. No podemos permitir que el miedo siga separando a las familias de la justicia. Es momento de actuar y exigir respuestas antes de que más vidas sigan en riesgo de desaparecer.