Demasiado temprano para mi gusto, pero hay quienes comienzan a festejar ya que esta será la peor elección del PRI en la historia de Jalisco y que ello significa que prácticamente desaparecerá del mapa. Ciertamente los ánimos no están del todo bien, y si aplicamos la infalible técnica del “jetómetro” a la rueda de prensa del presidente de este partido, Héctor Pizano, el viernes pasado cuando comentó la salida ahora del presidente municipal de El Salto, la cosa está realmente mal: mientras sus palabras decían “no pasa nada” su cara y su gento expresaban todo lo contrario.Dese el otro lado, MC y Morena, festejan cada una de las incorporaciones de priistas como si hubieran conquistado Troya. Se entiende que sea parte de la política gritar “ole” cada vez que el equipo contrario pierde el balón, pero falta mucho partido por ver. Lo que es un hecho es que hoy por hoy el PRI parece enfrentarse a la peor elección de su historia y que los emecistas están quirúrgicamente desmembrando al PRI, haciendo alianzas ahí donde gobierna el tricolor, atrayendo cuadros en sus plazas más importantes, y sobre todo generando un desánimo importante entre los militantes en la zona metropolitana.Hay que enfatizar que el fenómeno es principalmente en la zona metropolitana. Fuera del área conurbada el PRI vive una realidad distinta, muy diferenciada por municipio y en muchos de ellos todavía con gran presencia. Fue ahí justamente, en esos municipios y distritos, donde el Frente se activó para combatir directamente al PRI.Así las cosas, la expectativa es que el PRI gane apenas uno o dos distritos de mayoría, y si su intención de voto sigue rondando los 20 puntos, va a tener la bancada más pequeña que hayamos visto de este partido en el Congreso local, gobernará menos de una cuarta parte de los municipios y menos de 10% de la población.La crisis del PRI es parte de la crisis de los partidos; no es el único que está viendo desmoronarse el castillo. Ya vimos al PAN hacerse añicos; parece que esta será la elección donde veremos caer al tricolor. Para algunos esto será sin duda una buena noticia, pero hay que tener cuidado con lo que se desea, enseña los chistes del genio malvado. Lo único peor que el PRI son los priistas sueltos, es decir, la cultura política priista, pero sin el oficio y la solidez del partido. Hemos hecho mucho énfasis en las mañas del PRI, pero se nos olvida que ésta cultura política migra a donde vayan los cuadros, y que en los en momentos críticos el oficio y la disciplina priista han estado ahí para resolver problemas graves.No vaya a ser que luego lo extrañemos.