Vladímir Putin asumió como presidente de Rusia el último día de 1999. Putin era un oscuro funcionario que menos de una década atrás había comenzado su carrera como un burócrata en la alcaldía de San Petersburgo. Y ahora con el nuevo siglo comenzó la construcción de una autocracia luego de casi una década de una tormentosa transición en Rusia tras la caída del muro.Una de las razones del prestigio inicial de Putin entre los rusos es que reivindicó el orgullo nacional y desató una ofensiva masiva en contra del movimiento separatista de Chechenia.Pareciera una enorme paradoja de la historia que, 22 años más tarde, Putin ponga ahora en riesgo su liderazgo por otra guerra que tomó la decisión de emprender.Putin emprendió una aventura militar en la cual tiene todas las posibilidades de perder.Más allá de que pueda tomar el control de las principales ciudades de Ucrania en el curso de las siguientes semanas, será virtualmente imposible que logre el control del país.Lo más probable es que persista una rebelión endémica que impida por muchos años que Rusia se quede con Ucrania.Tanto la economía rusa como el régimen de Vladímir Putin sufrirán un revés mayúsculo a lo largo de 2022.En los primeros siete años de este siglo, el éxito económico de la Rusia de Putin fue espectacular: creció a una tasa promedio anual de 7.2 por ciento.Para este año, las estimaciones señalan que la economía rusa caerá 10 por ciento.Bajo esas circunstancias y con presiones internas Putin puede tomar la decisión de asumir acciones de alto riesgo.Una de ellas, ya ha sido advertida por ucranianos y otros países de occidente. Al difundir la versión de que Ucrania estaba desarrollando armas químicas o biológicas puede encontrar el pretexto para hacer uso de ese arsenal.Otra medida que hoy parece distante, pero que puede ser también una carta desesperada es la incursión militar en otros países que algunas vez formaron parte de la Unión Soviética, como podrían ser la repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania, que ahora son parte de la OTAN.En el extremo, en Ucrania, que no forma parte de la OTAN y que no tiene la protección de los firmantes, Putin podría considerar la posibilidad de usar armas nucleares.Esto pareciera ser parte de una novela de ficción.Sin embargo, en el caso de que el dirigente ruso percibiera que se encuentra al borde del precipicio, no es imposible ese escenario, aunque hoy es aún improbable.Dependerá tanto del estado mental del presidente ruso como de la situación que exista entre las Fuerzas Armadas de Rusia, que probablemente son el único sector que tendría capacidad de detener al presidente ruso.Si Putin pierde la cordura con la desesperación, entonces el mundo estará en riesgo.Hace muchas décadas que el mundo no se encuentra al borde de una guerra nuclear.La última ocasión en la que el mundo vivió algo así fue en el mes de octubre de 1962, tras el despliegue de los misiles rusos en Cuba. Aunque pasó hace mucho tiempo, ojalá no se haya olvidado la lección.