Dice el refrán que “entre gitanos no se leen las manos”, y es así: los de un mismo clan se conocen bien, y no se pueden engañar entre ellos; se identifican las mañas, las trampas y los mecanismos. Lo anterior viene a colación debido a la polémica y confrontación que vive el país en torno a la propuesta de reforma electoral del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha atizado aún más el fuego y dividido al país entre aquellos que la apoyan y los que exigen que se rechace porque la ven como una amenaza a la democracia en México. Y en ese contexto cobran sentido las posturas manifiestas de personajes que hasta hace poco eran fieles integrantes de la Cuarta Transformación, pero que, habiéndose distinguido algunos de ellos como defensores a ultranza del proyecto sexenal del Ejecutivo de la Nación, han terminado por decepcionarse y convertirse en una voz crítica y potente para señalar los pecados del propio Presidente y su movimiento.Es el caso del joven Gibrán Ramírez Reyes, quien en su colaboración del pasado lunes 14 de noviembre, titulada “Mentira que el apoyo a la reforma sea mayoritario”, detalla cómo se manipulan las encuestas en la 4T:“Diputados y otros voceros oficialistas se han apresurado a desestimar la oposición a la reforma electoral como minoritaria porque, con encuestas mal hechas y preguntas sesgadas aplicadas por encuestadoras de dudoso prestigio y con un nutrido historial de “equivocaciones”, han conseguido decir que el 80 por ciento de los mexicanos apoya la reforma. Mienten. Las encuestas pueden trampearse muy fácilmente desde el planteamiento de las preguntas, por eso es el método favorito del Presidente y la cúpula autoritaria de Morena para elegir candidaturas; permite usar una careta de demócrata mientras por debajo de ella lo que hay es arbitrariedad y antidemocracia pura.Y mientras Gibrán lo acusa de manipular encuestas, el expresidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, su amigo por décadas y compañero de múltiples andanzas y batallas, lo señala como enfermo mental y por ello exige su renuncia.Muñoz Ledo ha dicho -y razón no le falta- que la reacción del Ejecutivo a la marcha en defensa del INE tiene graves síntomas:“Que renuncie López Obrador. La ciudadanía mexicana ha decidido defender al INE y retomar la transición democrática. El Presidente reaccionó con incoherencias e injurias desorbitadas reveladoras de perturbaciones psicológicas graves”, según escribió el ex legislador y militante de Morena. De acuerdo con Porfirio Muñoz Ledo, el Presidente debe dimitir al cargo, basándose en el artículo 86 constitucional. “Vamos a exigirlo todos y en todas partes”, dijo.Este artículo explica que el cargo de Presidente de la República solo es renunciable por causa grave, que calificará el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia.Jesús Zambrano Grijalva, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien es otro viejo conocido del Presidente, pero hace ya tiempo se deslindó de él, opinó prácticamente en el mismo sentido que Porfirio:“Solo a un enfermo mental se le ocurre calificar a quienes marcharon ayer, de oponerse a la transformación del país, de ser conservadores y defender privilegios, cuando vimos manifestándose a personas de distintos sectores sociales, de diversa composición social, política e ideológica, y no quiere por supuesto el Presidente de la República ver la realidad, pensó que la gente no iba a salir y salió con plena libertad a gritar que no queremos una dictadura”, enfatizó.Elena Chávez lo ha acusado de corrupto. Ella es una mujer que ha acompañado por alrededor de dos décadas el andar del Presidente, habiendo sido esposa de quien ha sido uno de los hombres de confianza de Andrés, y me refiero a César Yáñez, su ex jefe de prensa. Elena es la autora de “El Rey del Cash”, un libro que ha causado gran polémica desde que fue anunciado hace un par de meses y que se ha topado con la censura, y la oposición y fuerza del aparato gubernamental para impedir su difusión.A través de “El Rey del Cash”, la escritora coloca a López Obrador y a su ex pareja como los dos protagonistas de una historia “llena de traiciones políticas, ambiciones personales, infidelidades, abusos laborales, corrupción y autoritarismo”.La mujer cuenta detalles de cómo los operadores del Presidente consiguieron durante mucho tiempo miles de millones de pesos para financiar y apoyar el movimiento de López Obrador.Además de revelar la existencia de una red de financiamiento ilícito que apoyó y respaldó las aspiraciones políticas de López Obrador, en donde se hicieron “pagos de favores”, la escritora cuenta que en dichos actos participaron personajes como Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.Algunos episodios del libro revelan además cómo fue que entre 2005 y 2006, durante la primera campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, se fraguó el modus operandi de este financiamiento ilícito.También se cuenta cómo tras la primera derrota presidencial de López Obrador ante Felipe Calderón, “el odio y la venganza” se apoderaron del político.Es, pues, el testimonio de una mujer que fue observadora de primera fila de los tejes y manejes de López y su clan y que por alguna razón, al igual que los personajes ya mencionados en este texto, han decidido mostrar el verdadero rostro de López Obrador.Cabe resaltar además la postura del coordinador de los Senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien ha señalado que no debe minimizarse ni denostarse la expresión de rechazo a la reforma electoral que pretende modificar al INE, y ha dicho que no solaparán en el Senado iniciativas tramposas que pretendan burlar la constitución y lograr el capricho presidencial, y aunque sin señalar por su nombre a Andrés, acompañado de casi todos los senadores de Morena que él coordina dijo entre otras cosas:La República necesita un plan de reconciliación nacional. No queremos el odio, el pleito, el rencor y la confrontación permanente; la ambición vulgar. La ambición desmedida se ha apoderado de Morena y no estamos de acuerdo con usar los medios de comunicación oficiales, usar el dinero público, usar las redes controladas por el gobierno y los simpatizantes, usar los programas sociales para destruirnos, no era por lo que luchamos para fundar Morena.La lista de decepcionados, desengañados, desencantados e incluso traicionados por Andrés Manuel se ha incrementado de manera exponencial en cuatro años. Simplemente, se hartaron de estar con Obrador. Las señalamientos en su contra igualmente aumentan a cada momento. Lo acusan de ser rencoroso, vengativo, traidor, corrupto, abusivo, autoritario y enfermo mental. opinión.salcosga@hotmail.comSalvador Cosío Gaona