Guadalajara.La capital de Jalisco ha perdido fuelle en los últimos años. Ya no es el municipio más poblado; Zapopan le lleva ventaja. Ya no es tampoco, la capital económica de Jalisco; Zapopan también le ha aventajado.Hace algunos años compartí en este espacio, Palestra 20, que Zapopan estaba llamado a ser el municipio más importante del Estado de Jalisco; uno de los más descollantes del país, incluso.Realidades aparte (la historia y la realidad son dos hermanas que echan en cara los errores de creencias y suposiciones), debe reconocerse que uno de los presidentes municipales que más contribuyeron en los años recientes al brillo zapopano es Pablo Lemus Navarro.Esta no es una apología, es un simple seguimiento administrativo.Lemus recibió un municipio que había tropezado en muchos rubros, pero que recorría desde años atrás una ruta inevitable de engrandecimiento.El poder político reclama siempre el crédito de los éxitos, pero la mayor parte de las veces lo roba a los ciudadanos anónimos que todos los días ponen pieza por pieza, las grandes obras; se niegan a entender: las comunidades son obra de muchos, no de autoridad. Ninguna página de la historia ha sido fruto de un decreto.Es otra historia.Guadalajara es, todavía, la capital política de Jalisco.Por motivos emocionales (muchos dicen que históricos), se concibe que el escalón previo al gobierno de Jalisco es el Ayuntamiento de Guadalajara.Por esa razón elemental, Pablo Lemus y Carlos Lomelí Bolaños están enzarzados en una competencia electoral que los lleva a enfrentarse en lo personal.El domingo 02 de mayo, en las instalaciones de Canal 10 QuieroTV, tuve oportunidad de moderar el primer debate organizado por un medio privado o público, en el que estuvieron presentes todos los candidatos a la presidencia municipal de Guadalajara. Ellos y ellas.Ahí estuvieron Lemus y Lomelí.Se acusaron mutuamente. Pablo le dijo “trácala” a Carlos. Él le reclamó que cuestione el origen de sus abundantes recursos económicos después que le pagó la campaña del año 2015. Incluso mencionó a Enrique Alfaro, hoy gobernador.El doctor reclamó que la madre de Lemus amenace a una periodista.El alcalde zapopano con licencia lamentó que en una campaña política inmiscuyan a la familia. En campaña todo se vale.Pero en Guadalajara hay problemas más urgentes. Más importantes que el honor familiar de los 14 candidatos.Después de ese debate ha quedado claro que Carlos Lomelí y Pablo Lemus son los candidatos con más posibilidades de ganar la elección.Está evidenciado, también, que ambos tienen una meta: la elección por la gubernatura de Jalisco en el año 2024.La cuestión es ésta: ¿Qué responderán los tapatíos?La jornada electoral está convocada para el 6 de junio. Hay broncas tremendas en Guadalajara: inseguridad, homicidios, robos, escasez de agua, oportunidades reducidas para las nuevas generaciones.Hay otros doce candidatos y candidatas.No se trata de dictar lo que más conviene. Cada cual tiene su opinión y postura; hay tantos jóvenes que están por no votar o eliminar su voto.Más allá del candidato o la candidata: ¿qué futuro propone para Guadalajara?jonasn80@gmail.com / @JonasJAL
