El sheriff legislativo Salvador Caro necesita ver menos bax y más meditación zen. Durante la sesión del pleno del Congreso le pegó una gritoniza marca diablo a Mariana Fernández. Su enojo era porque la priista “incumplió” acuerdos de cara a la aprobación de la reforma al Poder Judicial.En el punto central de su reclamo se situaba la exclusión de los controles de confianza para actuarios y secretarios. Hasta Gustavo Macías y Gerardo Quirino la tuvieron que hacer de héroes pacifistas para tranquilizar al emecista.Cuando se le salió el chamuco, Caro volvió en sí y ya no sabía qué hacer. Nos cuentan que incluso mandó a gente de su equipo a hacer un poco de control de daños al palco de prensa.Hasta el cierre de esta H. Cantina, seguía al rojo vivo el cabildeo para aprobar la reforma al Poder Judicial.***¿Qué hace Carlos Lomelí de mediador con los ejidatarios del aeropuerto tapatío? Es lo que todos nos preguntamos, pues no está en sus facultades resolver un asunto que se dirime en tribunales.En vez de pugnar por un grupo de ejidatarios vivales que vulneran derechos de los pasajeros, mejor debería de preocuparse por otras cosas más importantes. Por ejemplo, la ampliación del Aeropuerto de Guadalajara con una segunda pista. Ese es un proyecto estratégico para la economía del Estado.Anda falla la asesoría jurídica y política de los cercanos a Lomelí.***Ante los casos de presunta corrupción y robo que se han registrado por parte de elementos de la Comisaría de Guadalajara, Ismael del Toro, alcalde tapatío, señaló que se castigará el “mal actuar de los elementos de la policía”.“Vamos a ser implacables”, anticipó. Y destacó un caso positivo sobre un elemento de las guardias municipales que en su tiempo libre trabaja como conductor de vehículo de alquiler y regresó un maletín que habían olvidado en su automóvil.¿Un agente con doble empleo para completar el “chivo”? El alcalde mejor debería reflexionar sobre las condiciones que ofrece el municipio para la carrera policial que necesitan dos empleos. Estamos hablando de seguridad y de la demarcación más importante del Estado.