Martes, 26 de Noviembre 2024

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Grandeza

Por: José Rodolfo Castro

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Julio César Chávez quiere celebrar pelea en el Estadio Azteca, a beneficio de las víctimas de COVID-19. Podría enfrentar en exhibición, por tercera vez, a Jorge “Travieso” Arce, combinación que ha dado resultados en taquilla en Tijuana y Hermosillo, éxito que podría extenderse en la Ciudad de México.

El “Emperador”, uno de los dos más grandes boxeadores que ha dado Latinoamérica, mantiene rating ascendente en las nuevas generaciones de aficionados, sus análisis en las peleas que transmite TV Azteca, enriquecen su fama, y apenas con un clic para internarse en la red, y el mercado de la celebridad aumenta. Ver lo que hizo el 17 de marzo de 1990 ante Meldrick Taylor, por ejemplo, el boxeador estadounidense que lo superaba en velocidad y técnica y quien le ganaba hasta el round once. Estaba de por medio el campeonato mundial Súper Ligero CMB. Un solo golpe bastó, sacado de lo profundo de su corazón para noquear a Taylor, apenas segundos, los suficientes, antes de que el campanero sonara el gong.

Esa noche Julio César se erigió en “Emperador”. Campeón mundial en tres diferentes categorías, Súper Pluma, Ligero y Súper Ligero. Boxeador de dos décadas, 1980 y 1990. Derrotó a adversarios de primerísimo nivel en peleas de a de veras a Mario “Azabache” Martínez, Roger Mayweather, Edwin Rosario, José Luis Ramírez. Es el boxeo histórico que se ve en internet, una y otra vez. Grandeza.

El triunfo sobre Héctor “Macho” Camacho en 1992, inicia el fenómeno de pago por evento en México. El sonorense sacó de sus casas a los aficionados para que vieran sus peleas en restaurantes, cafés, hoteles.

En septiembre de 1993, más de 136 mil aficionados se dieron cita en el Estadio Azteca, récord Guinness. Noqueó a Greg Haugen. Un episodio, suficiente, que emociona para ver, en pelea de exhibición, a uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos a nivel mundial, a beneficio de las víctimas de COVID-19. Oportunidad para los aficionados capitalinos.

Óscar de la Hoya, quien copió el negocio de Bob Arum con Manny Pacquiao, para aplicarlo con “Canelo”, dijo que enfrentar a Mayweather Jr., con el irlandés Conor McGregor era  como “faltarle al respeto al deporte del boxeo”. Pero al ver lo que representó este negocio, De la Hoya aseguró que “soy competitivo, todavía puedo. He estado entrenando en secreto. Estoy más fuerte y rápido que nunca”, y que noquearía al irlandés en dos rounds.

McGregor tiene una sola pelea en el boxeo profesional, ante Mayweather Jr., y DAZN, la que le paga a “Canelo” por pelear, quiere a McGregor, quiere recuperar su inversión. Y por ahí estaré atisbando.
 

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