“Para mejor o para peor, no hay una situación en la vida diaria que no tenga un trasfondo feminista, repercusiones en la superestructura. Una está siempre consciente de que aun cuando quieres descansar, se levanta y te da un golpe en la cara”.La declaración es de Margo Jefferson, escritora, crítica de arte y profesora, ganadora del Pulitzer en 1995. Sonaría muy actual, muy ad hoc con los tiempos que vivimos, con las adversidades que enfrentamos en un país en el que casi la mitad de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual, donde nueve mujeres y niñas son asesinadas diariamente, donde un gobernador decide extinguir a la institución que tiene como propósito diseñar y ejecutar las políticas públicas relacionadas con los derechos de las mujeres. Sin embargo, la frase corresponde a un testimonio de hace aproximadamente 40 años, que retoma el documental Feministas, ¿qué estaban pensando?Esta afirmación nos recuerda que a pesar de las luchas que han encabezado mujeres desde tiempos inmemorables, seguimos recibiendo golpes en la cara de feministas que nos recuerdan que no debemos bajar la guardia, que siempre hay hombres que simulan entendimiento, empatía, corresponsabilidad. Qué grave que esos hombres sean quienes ostentan el poder y toman decisiones.Lo ocurrido recientemente, el actuar vergonzoso de los 20 legisladores que votaron de la manera más servil la iniciativa para desaparecer al Instituto Jalisciense de las Mujeres, las agresiones verbales y descalificaciones al trabajo de las activistas, y las últimas declaraciones del gobernador Enrique Alfaro sobre la eliminación del Instituto Jalisciense de las Mujeres, se convierten en uno de los capítulos más oscuros de la clase política.El mandatario, que ya en días previos había dado muestras de no querer escuchar, dijo que quienes se oponían a la extinción del Instituto obedecían a una agenda. Pero el feminismo no es una agenda, no es un tema de coyuntura, no es una cuestión mediática, y es sumamente lamentable que el gobernador y sus colaboradores insistan en acomodarlo en esas categorías.Los madruguetes, las descalificaciones, los insultos, la incongruencia y las mentiras, ya van siendo el sello de la casa. Mientras todo esto sucedía en Jalisco, a nivel nacional, el Partido Movimiento Ciudadano daba un paso más en franco retroceso. La incorporación de Noé Castañón, acusado de violencia intrafamiliar, a la bancada naranja en el Senado, reafirmó en dónde está su verdadero compromiso. Y a excepción de Martha Tagle en la cámara baja y Patricia Mercado en la alta, no hubo nadie que se opusiera, pues cuando los señores que mandan en el partido deciden, todos los demás callan, incluyendo las legisladoras que supuestamente dan la batalla por las causas feministas.Las viejas prácticas que tanto criticaron son tan suyas como del otrora partidazo. Y mientras tanto, nos están matando, nos están desapareciendo, nos están violando y ellos, desde sus puestos de poder, no están haciendo nada para impedirlo.