La posibilidad de que el volante del Inter Miami, Rodolfo Pizarro, llegue a Chivas está latente, a pesar del elevado costo de su carta y el sueldo millonario que percibe.En las negociaciones que lleva a cabo la directiva del Guadalajara con el club de la MLS, se plantea la posibilidad de que Chivas pague sólo la mitad del costo de Pizarro.El precio de la carta de este jugador franquicia es de 12 millones de dólares, por lo tanto, el Guadalajara tendría que pagar seis millones (120 millones de pesos), cifra que no es descabellada, pero sí una erogación importante para Chivas.El otro 50% del costo de Pizarro lo pagaría el Guadalajara con tres partidos amistosos en territorio norteamericano organizados por Soccer United Marketing (SUM), ante rivales de jerarquía, en ciudades donde se garanticen buenas taquillas.En estos tres amistosos el Guadalajara no ganaría ni un cinco, lo único que recibiría son viáticos, traslados y hospedaje.Con esta propuesta la empresa SUM trataría de reactivar la afluencia de aficionados a los estadios tras la pandemia y buscaría un ingreso equiparable al 50% de la carta de Pizarro, cosa probable si se considera que en el partido amistoso de México contra Honduras ingresaron 70 mil aficionados al estadio en Atlanta.El otro problema a resolver es el sueldo que devenga Rodolfo Pizarro en el Inter Miami, que es de dos millones y medio de dólares anuales, pero que con premios y patrocinios asciende a 3.4 millones de dólares por año.El jugador está dispuesto a ceder un poco en sus pretensiones económicas, pero de cualquier forma el salario reducido en cualquier porcentaje sería un mundo de dinero en pesos mexicanos.El Inter Miami no tiene inconveniente en vender a su jugador franquicia, Rodolfo Pizarro, porque no ha rendido en la medida de las expectativas y porque ha resultado ser un tanto conflictivo para la institución, ya que no acude con actitud a los eventos del club en entrevistas, comerciales y patrocinios, ni tampoco ha demostrado ser un elemento que haga grupo al interior del plantel, no sabe Inglés ni ha tenido disposición de aprenderlo, solamente convive con un grupo mínimo de jugadores y rivaliza con las estrellas del equipo en un auténtico conflicto de “egos”.La directiva del Guadalajara tendrá que considerar el proceder de Rodolfo Pizarro, dentro y fuera de la cancha, pues cuando estuvo en Chivas fue problemático al interior del plantel, tuvo episodios en contra de la directiva y se supo de comportamientos impropios de un futbolista profesional.Otra situación es que por ahora Pizarro no está bien físicamente pues acusa problemas de aductores.