• La Comisión Disciplinaria de la FMF está convertida en una dependencia al servicio de la comunidad y no en un organismo autónomo que dicte sentencias a los agremiados como producto de las cédulas de los árbitros o los informes de los comisarios.En los últimos tiempos la Disciplinaria se ha dedicado a abrir investigaciones para complacer solicitudes de medios de comunicación, dirigentes de clubes y hasta del público en general al amparo de las redes sociales.• No sólo está mal que la Disciplinaria trabaje mediante peticiones populares, sino que, además, utilice criterios diferentes para situaciones similares.Por ejemplo, esta Comisión determinó abrir un procedimiento de investigación de oficio en contra del jugador de Chivas, Miguel Ponce, por los hechos acontecidos el pasado 20 de febrero, durante su llegada a la ciudad de Tijuana, en donde aparentemente tuvo un altercado con un aficionado.• Situaciones como la que vivió Miguel Ponce se repiten muchas veces cuando los equipos que convocan multitudes tienen contacto cercano con los aficionados; pero en este caso como el incidente fue captado en video y replicado en los medios, la Disciplinaria decidió iniciar la investigación.• La diferencia de criterio de la Disciplinaria se puede apreciar en la decisión de no investigar una agresión clara y documentada en video, sucedida una semana atrás con el portero de Tigres, Nahuel Guzmán, sobre el delantero de Santos, Eduardo Aguirre.Ambos casos son presuntas agresiones, las dos fueron replicadas por los medios de comunicación, pero al jugador de Chivas si le iniciaron el procedimiento y al portero de Tigres lo absolvieron de antemano.• Pero también las instituciones pesan para la Disciplinaria, pregúntenle a Cruz Azul y América.Sucedió con el jugador de La Máquina, Roberto Alvarado, quien presuntamente escupió a Enner Valencia de Tigres, acción documentada en videos y fotografías.Al respecto la Comisión determinó que luego de revisar los videos y escuchar las versiones de los jugadores determinó que no existió en ningún momento dicha situación.En el Clásico de septiembre del año pasado hay un presunto escupitajo de Guillermo Ochoa sobre Antonio Briseño, documentado en videos y fotografías que la Disciplinaria consideró que no existió dicha acción.Por otro lado, la Disciplinaria no procedió de oficio contra el portero del León, Rodolfo Cota, quien mostró una camiseta con ideología política al final del juego contra Necaxa, faltando al Artículo 24 del Reglamento de Sanciones, es decir que la Disciplinaria baila al son que le toquen.