Realmente felices por el aniversario de la fundación de esta noble y leal ciudad de Guadalajara me encuentro con motivos de poca felicidad, como más bien de envidia, porque si a usted y a mí, mi solitario lector nos da gusto el festejar el aniversario imagine usted la cara de felicidad del dueño de los go cars y de quien sí hubo alguien que cobrara la comisión por tan alegre contratación y resultaría curioso, ya que hay tantos anuncios de transparencia y supongo yo que habrá algún periodista de esos que creen que existe la transparencia que pregunte cuánto nos gastamos en el festejito porque la única gracia de ser gobernante en este planeta son las comisiones, que por desgracia no nos ha correspondido el honor de disponer de los dineros públicos para poder poner una cabezota como la que pusieron en el centro en lo que esperamos todo mundo se convierta un paseo, cuando en realidad va a ser un buen cerve-paseo ósea un sitio donde se alabe a Dionisio luciendo el derecho irreprochable de quedar briago hasta el vómito y la inconsciencia que eso si va a ser.Este tipo de festejos en los que ya he notado ausente a Doña Betty señora esposa de Don Juan Sánchez de Olea y cuya bella mitología cuenta maravillosamente el Padre Tello, ya ha cambiado y se ha convertido en una especie de beneficio de pureza o de los meros buenos, entre los que siempre contamos o debemos hacerlo a los anteriores gobernantes como malos y los actuales como buenos si se usaran sombreros, los que se fueron traerían sombreros negros y los que se quedaran tendrían sombrero blanca y una espada refulgente con la cual la maldad se combate desde el alado caballo de la pureza porque cada gobierno se va auto considerando.Pero basta de ser amarguete y decídase a que los buenos sí son buenos (aunque nos estemos haciendo tontos con eso) y los malos fueron malos en cuanto dejaron de ser buenos sin que en realidad pase nada porque pues todos en bola a veces somos buenos y a veces no tan buenos, pero sí debíamos considerarnos con una cierta obligación de dejar este planeta un poquito menos peor que como no lo encontramos, eso sin tener que declarar nuestra bondad y la maldad de los otros.Y tal vez el día de mañana gobierne alguien que beneficie en algo al público, ya que como se lo he dicho hasta el cansancio no hay buenos gobernantes los hay malos como más malos y malísimos aunque ellos consideren que se mejora la plaza, cosa que sucede por inercia yo recuerdo que cuando yo era niño había mucha gente descalza y a mí me impresionaba, pero ahora ya veo muy poca gente descalza, entonces podemos considerar que no sé por qué pero esto mejoró un poquito en ese respecto. @enrigue_zuloaga