Después de unos meses de trabajo, la mesa, el grupo, convocado por el gobierno de Jalisco para discutir el federalismo fiscal, presentó sus conclusiones al gobernador, y en los próximos días lo hará a la sociedad. No deja de ser curioso que lo que es un documento de trabajo y un asunto que se supone irá a consulta popular después de la elección de junio lo hayan convertido rápidamente en una iniciativa de decreto de modificación constitucional. Las prisas del gobierno por enviar una iniciativa sobre un asunto tan delicado, con tantas aristas y que ni siquiera se ha discutido, dejan un retrogusto a grilla electoral más que a una propuesta de fondo.Lo más atrevido de la iniciativa es la creación de un Sistema Tributario Estatal. Si ya no queremos viajar en el coche de papá lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos nuestro propio medio de transporte; si nos queremos salir del pacto fiscal de la federación lo primero que tenemos que hacer es tener un organismo estatal con capacidad para cobrar impuestos. Hasta ahí todos de acuerdo. Lo que no sabemos, y ese supongo es el gran punto a trabajar en la mesa fiscal y en la Secretaría de la Hacienda estatal es cuánto nos cuesta un sistema tributario propio, qué expectativas de recaudación tiene y sobre todo qué sucede con él en caso de que después de la consulta popular en la que no sabemos qué nos van a preguntar, el Congreso en turno decida estar o no el pacto fiscal federal. La gran omisión de la iniciativa enviada al Congreso es que no toma en cuenta en ningún momento la tercera pata del sistema federal: los municipios. Una reforma al sistema fiscal que no contemple la relación, igual de inequitativa, entre el estado y los municipios, no nos ayuda a llegar al fondo del problema. Si vamos a discutir el pacto fiscal hay que analizar la relación de la federación con el estado libre y soberano de Jalisco y de éste con los 125 municipios libres que lo componen.Pareciera, pues, más una iniciativa hecha en las rodillas, más pensada para que parezca que el gobierno cumple con un compromiso, como sucedió con la famosa policía metropolitana. La iniciativa de decreto es más un documento para presumir en las elecciones, para decir que el gobierno de MC “defiende” a Jalisco (ese el leit motiv de la campaña) que una verdadera transformación del sistema fiscal. A falta de refundación y nueva constitución, una promesa de campaña de hace tres años que el COVID-19 terminó por enterrar, hoy el gobierno alfarista emprende esta campaña por el federalismo fiscal. Bienvenida la discusión, ojalá no corra la misma suerte que la refundación.diego.petersen@informador.com.mx