¿Sabe cómo se le llama a una persona que miente? De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, a alguien que se le pasa mintiendo se le puede denominar: embustero, farsante, cuentista, engañoso, falaz, etc,etc. etc. Pues todos esos calificativos se los podemos atribuir correctamente al inquilino de Palacio Nacional. Y no estamos mintiendo, porque nos remitimos a las pruebas.Hoy estamos a 55 días de la Navidad -25 de diciembre- y de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador -según dijo ayer en su verborrea matutina- para esa fecha todo regresará a la normalidad en la zona afectada por el huracán Otis: “Ya se tomaron todas las medidas para comenzar la rehabilitación, el poner de pie a Acapulco, y vamos a lograrlo, pronto, muy pronto. Se está avanzando bastante. No va a llevar mucho tiempo, tengo un sueño, el ideal que vamos a convertir en realidad entre todos y de que ya en la navidad las familias ya van a estar muy contentas en Acapulco. Van a estar como lo merecen, muy felices, ese es el compromiso, no va a haber amarga navidad…”. ¡Esa es una mentira!, es un comentario irresponsable.Es imposible que, después de los graves daños causados a toda la infraestructura urbana de una ciudad de la que el 90 por ciento de la población depende de las actividad turística, y que los mismos empresarios hoteleros y dueños de comercios en general han reconocido que ‘levantar’ sus negocios les llevará meses, si no es que años, que en los próximos 55 días los acapulqueños vayan a estar “muy felices”, como lo dice engañosamente el presidente.Yo me pregunto, ¿habrá quien le crea sus farsantes mensajes? Habrá que preguntarle a miles de comerciantes que lo perdieron todo con el paso del huracán, a personas que vieron ‘volar’ sus casas y pertenencias, a quienes se quedaron sin trabajo, pero sobre todo, a quienes desafortunadamente perdieron un familiar en el desastre, si es cierto que “no va haber amarga navidad”, como lo dijo falazmente el presidente.Si el mandatario tuviera un poquito de sentido común, lo mejor sería callarse y dejar de mentir descaradamente. Que sean las acciones gubernamentales las que hablen por sí solas ante la tragedia que es desgarradora en muchos sentidos. ¡Queremos en Palacio a un presidente responsable, no a un farsante! ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
