Les recomiendo el mapa interactivo titulado: “Resultados Elecciones Presidenciales 2024 México: Calle a Calle”. Escribes tu dirección y te despliega la votación en tu cuadra. Así descubrí, perplejo, que casi todos mis vecinos votaron por Xóchitl Gálvez. ¿Se imaginan la misma herramienta pero con el resultado de la votación para gobernador de Jalisco o alcalde de Guadalajara? ¿O un mapa que compare los resultados de 2024 con los de 2018? En Jalisco esto es imposible. Pueden hacerlo en CDMX o Veracruz, pero no aquí. Esto se debe a que el IEPC Jalisco no previó un sistema de datos abiertos con los cómputos distritales y municipales. Sólo ofrece las actas de los cómputos de cada elección en PDF, un formato considerado “cerrado”. Los “datos abiertos” son un principio constitucional para la máxima publicidad y transparencia de la información pública. Significa poner a disposición de las y los ciudadanos datos en formatos accesibles para su análisis y reutilización. Pongo un ejemplo. ¿Recuerdan la polémica en torno a Signa Lab por la selección de las preguntas para el debate presidencial? El INE lo defendió con el argumento de que publicarían la metodología y los datos abiertos del análisis para garantizar su imparcialidad. Para eso sirven los datos abiertos. Dan certeza y son una forma de rendición de cuentas. Por ejemplo, en las páginas del INE y los institutos electorales de la CDMX y Veracruz hay sendos micrositios para descargar los datos abiertos de los cómputos distritales casilla por casilla. Allí puedes obtener los archivos en formatos CSV para analizar y mapear. En cambio, en Jalisco nos ofrecieron un PDF -una tecnología arcana para estos casos- con los resultados generales de 20 distritos imposibles de analizar y mapear (eso y un “pantallazo” es casi lo mismo). El PREP local sí ofrece una base de datos abierta, pero insuficiente para realizar un análisis confiable pues apenas alcanzó el 63% de actas contabilizadas. Si hubiera alcanzado un 94% de capturas válidas como en CDMX o Veracruz sería una opción, pero no. La falta de datos abiertos en la elección de Jalisco no es una ilegalidad, pero sí un desdén a una cultura de rendición de cuentas y transparencia cada vez más arraigada en los entes públicos. Por ejemplo, de cumplirse, desde el viernes sabríamos si Futuro y Hagamos conservaron su registro.Un amigo, Héctor Pina, me contó muy indignado cómo se vino abajo su plan de mapear la elección en Jalisco. Pienso en otros dateros y periodistas que, sin pertenecer a un partido, realizan ese análisis de datos abiertos. Ayudan a comprender mejor. Generan conocimiento. Son decenas y representan una tradición y una cultura digital valiosa para nuestra discusión pública. Sirvan estas líneas para constatar este paso que dimos atrás en materia de transparencia proactiva (las hay disponibles de la elección anterior), y para que el IEPC Jalisco publique lo más pronto posible las bases de datos abiertas a nivel casilla. jonathan.lomeli@informador.com.mx
