Ante la serie de amenazas, agresiones y asesinatos de algunos candidatos a puestos públicos que se habían presentado en diferentes regiones del país -y lo que se veía venir por el control de los grupos delincuenciales-, el pasado 25 de septiembre el Presidente López Obrador informó que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) habían ofrecido protección a los candidatos presidenciales durante sus campañas en el país. Que serían 230 elementos de élite los responsables de cuidar de la integridad de los candidatos. Y el 7 de febrero -a escasos cuatro meses de las elecciones- con “bombo y platillo” se anunció desde el Instituto Nacional Electoral que: Los representantes de los partidos políticos trabajaran en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina (SEMAR), la Secretaria de Seguridad y Proteccion Ciudadana (SSPC), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Secretaría de Gobernación (SEGOB) para brindar seguridad a los candidatos -sobre todo a la presidencia-. Incluso la Presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, resaltó que “por primera vez en el Instituto se realiza de manera conjunta con las fuerzas políticas una mesa de seguimiento en materia de seguridad en el proceso electoral”.Bueno, pues el domingo pasado en la carretera que comunica de Comitán a Tapachula en el estado de Chiapas, un grupo de encapuchados, que supuestamente pertenecían al Cártel de Sinaloa, interceptaron a la comitiva de Claudia Sheinbaum, quienes “gentilmente” le pidieron “Que se acuerde cuando esté en el poder. Acuérdese de la sierra, acuérdese de la gente pobre. Nada más eso queremos decirle, no estamos en contra del gobierno, llévese eso en su mente. No estamos en contra de ustedes. Por eso estamos acá tres veces por semana, cuidando a nuestro pueblo. Queremos que usted, cuando sea presidenta, nos haga el favor de limpiar este tramo porque no podemos viajar para allá. Si pasamos nos hacen pedacitos”.No hubo atropellos, insultos, agresiones o amenazas. Fue simplemente una petición formal a la candidata por parte de un grupo de “ciudadanos”, con el único inconveniente que se presentaron encapuchados y que ante esa situación de esa naturaleza, los integrantes de las fuerzas armadas que supuestamente están encargadas de la seguridad, nunca hubieran permitido ni siquiera que se acercaron al vehículo de Sheinbaum, porque simple y sencillamente no sabían con certeza cuales eran las intenciones. Así que en este caso, al margen de otros cuestionamientos o interrogantes alrededor del incidente, la única pregunta que surge es: ¿Falló el ejército?¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net