Es una de las emociones más complejas y difíciles de controlar, pero afortunadamente siempre hay manera de superarlo.Cómo ya hemos visto, un primer factor a considerar es que nadie es responsable de lo que te sucede, más que tú mismo. Simplemente te enojas porque lo permites. Es preferible borrar de tu mente la repetida frase de: “es que me hacen enojar”.Al menos hay que considerar que siempre tienes la opción de elegir enojarte en vez de no hacerlo. Por más que existan las injusticias, te lancen ofensas y humillaciones, tienes la alternativa de permanecer sereno, sin que te brote el enojo y explotes.Pará empezar no te enganches y que en vez de quedar atrapado en el enojo del otro, mantén la tranquilidad y el dominio en ti mism@. Seguro no será fácil y tardará tiempo en que lo aprendas, pero créeme que vale la pena. Te sacudes de vivir atrapado en una de las emociones más DEVASTADORASEs cierto que hay personas que son más provocativas, groseras, incómodas y que hacen cosas que nos puedan fácilmente molestar. Es un hecho incuestionable. La falta de educación y los malos modos de los demás están a la orden del día. Eso no lo vamos a cambiar, aún no vivimos plenamente en un mundo de gente respetuosa y civilizada.Así que no nos queda más remedio que aprender a vivir en la jungla, rodeado de seres irritables, malhumorad@s y enojon@s. Y tú decides si quieres ser uno de ellos o dejarlo de ser.Ante la impulsividad y la falta de control, de ésta emoción tan primitiva, más vale tener una actitud mucho más educada y bajo el control de nuestra inteligencia, que dejar que se desborde a sus anchas y nos impida gozar de la vida, a pesar de tantos malgenuidos.“El que se enoja, pierde” es decir que es de muy bajo perfil, andar en la vida con el enojo como respuestas a las dificultades y a los errores que cometen los demás. Hagamos un esfuerzo por no caer en las provocaciones y responder con mayor dominio y control.Eso de vivir enojad@, por culpa de lo que te hace la pareja, y no tener otro recurso más que vivir o sometid@ o peleando; es optar por vivir en la amargura y el sufrimiento, en vez de buscar el darle la vuelta al problema y hacerte responsable de tus emociones y no dejar que ni tu pareja te haga reaccionar como tú no lo quieres.Pará empezar no te enganches y que en vez de quedar atrapado en el enojo del otro, mantén la tranquilidad y el dominio en ti mism@. Seguro no será fácil y tardará tiempo en que lo aprendas, pero créeme que vale la pena. Te sacudes de vivir atrapado en una de las emociones más DEVASTADORAS ¿Quieres conquistar la felicidad? , empieza por enojarte menos.