Ciertamente sí ha crecido el número de conocidos y parientes, que recientemente se han contagiado del multicitado virus. No es el espacio para tratar el tema desde una perspectiva médica o epidemiológica, si no de higiene mental. Tener muy en claro las prudentes prevenciones es oportuno y muy actual.Resulta que al sentir que el tema del contagio ya estaba bajo aparente control, le dio el banderazo de salida, para que muchas personas se quitaran el tapabocas en reuniones y eventos familiares, como si ya nada sucediera. Y de nuevo se desató el incremento de contagios que han llevado al encierro a muchas personas, ahora muchos jóvenes y niños. Con la gran ventaja que la mayoría de los casos que he conocido, han resultado muy leves y sin consecuencias.El otro tema que ha surgido, es el si ya te vacunaste o no. Y la gran sorpresa es que muchos ya vacunados de todas maneras les dio. Afortunadamente también muy leve y sin consecuencias. Pero esa sensación de estar ya vacunados, hizo creer que ya no les iba a pasar nada y por lo tanto se sintieron con la seguridad de ya hacer su vida normal, sin temer que les pudiera afectar. Y, oh, sorpresa, sí les dio, aunque no tan fuerte, pero si como para tenerse que resguardar.Es un buen ejemplo de no echar las campanas al vuelo, porque del plato a la boca, se cae la sopa. Parece que las mutaciones del virus y aflojar las medidas, han desatado que perdamos la consciencia de que esto aún no ha concluido. Así que tratemos de estar muy al pendientes, pues hay muchas personas que están en una salud precaria y con altos riesgos de que éste virus les haga mucho más daño. Estamos aún a tiempo de cuidarnos con responsabilidad y aún no cantar victoria, no lo queremos, pero parece que va para largo.