Tras la visita a México del enviado especial para el clima del gobierno de Estados Unidos, lo que queda claro es que Estados Unidos hará un marcaje estrecho a México, nos guste o no.Quizás John Kerry regresó a EU con la idea de que había sido aceptada su propuesta de crear un grupo de trabajo entre los dos gobiernos para dar seguimiento a la Reforma Energética, sólo para enterarse a través la ‘mañanera’ del viernes que dijo el Presidente que no.El Consejo de Empresas Globales, en el cual se encuentran muchas compañías de Estados Unidos, encargó un estudio sobre los impactos probables de la reforma y encontró que habría un incremento de las emisiones de entre 30 y 50 por ciento, así como mayores costos en una proporción de 20 a 30 por ciento.Los presuntos diez puntos que le fueron presentados al gobierno de EU en la reunión del jueves pasado no van a convencer a nadie.En paralelo a la reunión celebrada en Palacio Nacional, en el Comité de Finanzas del Senado de EU compareció Katherine Tai, Representante Comercial de Estados Unidos, a quienes diversos senadores demandaron que emprendiera acciones más enérgicas contra una política energética en México, que consideraron violatoria del TMEC.Tai señaló que está coordinándose con las diversas autoridades de EU para hacer valer los instrumentos del Tratado y garantizar que no haya violación de las reglas.Desconozco si a los asistentes a la reunión de Palacio Nacional les fue explicado por el Gobierno mexicano, que todos los partidos políticos opositores han expresado su decisión de votar en contra de la reforma, en caso de que -como hasta ahora los indicios señalan- se vote en la semana que comienza el 11 de abril.Tal vez los norteamericanos tendrían que haberse reunido también con diversos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues en principio el próximo martes se votará en el Pleno un tema que podría casi tener tantas repercusiones en la industria eléctrica como la propia reforma constitucional.La propuesta de la ministra Loretta Ortiz propone declarar constitucionales la reformas a la ley eléctrica, pero tiene escasas posibilidades de reunir los cuatro votos que requiere para que tales reformas no sean echadas para abajo.Así que, es probable que, en el plazo de las dos próximas semanas, la Reforma Eléctrica que ha causado tantas preocupaciones y desvelos quede para la historia.Claro que el presidente podría promover nuevamente una reforma constitucional en energía si encontrara condiciones políticas para hacerlo.Era importante para el gobierno de Biden hacerle saber desde ahora al de México que, pese a ser un Gobierno soberano como insistentemente lo repite el Presidente de la República, es también parte de una asociación comercial que le genera obligaciones, así como de acuerdos internacionales como el de París en materia ambiental, y que una cosa son los dichos del Presidente en las mañaneras y otras las mediciones reales que agencias calificadas hacen.