El pasado 9 de noviembre The New York Times -el diario de mayor influencia política en Estados Unidos- publicó un artículo que bajo el título “Políticos y funcionarios, blanco de vigilancia en México”, que detalla cómo la Fiscalía de la Ciudad de México solicitó -a Telmex- se le “entregase registros telefónicos y de mensajes de texto, así como datos de localización de más de una decena de funcionarios -entiéndase políticos de todos los partidos e integrantes sociales de la llamada oposición- ”, además de tener reacciones de algunos de los espiados, quienes señalaron “que se les sigue por razones políticas”.El tema levantó ‘polvareda’, llevando el asunto al grado de que la diputada Mariana Gómez del PAN presentó una carta en la sede del Parlamento Europeo -Bruselas, Bélgica- para denunciar el espionaje, además de que el ámbito nacional pone en alerta a miles de personas que de alguna u otra manera forman parte de los ‘enemigos’ de la Cuarta Transformación. Sin embargo, el espionaje oficial no es propio del actual oficialismo, sino es parte del quehacer político de nuestro país. Esta es una cronología de los antecedentes más recientes:En julio de 2013, el presidente de la Alianza Progresista de los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, criticó duramente la administración del presidente Felipe Calderón, por permitir la instalación de un sistema para interceptar y almacenar llamadas telefónicas y servicio de internet.El 21 de junio de 2017, dos días después de otro artículo publicado por The New York Times, en donde se acusaba al gobierno mexicano de espiar a periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, Ricardo Anaya -en aquel entonces presidente del Partido Acción Nacional- denunció actividades de espionaje -mediante el sistema Pegasus- en contra de cuatro de los principales dirigentes del PAN.Tres días después, el 24 de junio de 2017, Andrés Manuel López Obrador -como líder de Morena y aspirante a la presidencia- repudió el espionaje y dijo que si su movimiento llega a Palacio Nacional, “desaparecerá el espionaje y la oficina del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN)”.El 13 de julio de 2017, en Munich, Alemania, diputados alemanes, españoles y eurodiputados hacen un llamado al gobierno mexicano para que se forme una comisión internacional que investigue los casos de espionaje en México. El 19 de abril de 2023, López Obrador levanta la voz desde la mañanera y denuncia que las instituciones militares de México son “blanco de espionaje por parte del Pentágono...por lo que vamos a cuidar ya la información de la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa”.“En México no hay secretos”, enseñaba el título del reportaje del periodico Los Angeles Times el 20 de febrero del año pasado, donde establece que “el espionaje se hizo rutina para políticos y otras personas en el poder...México se ha revelado como uno de los consumidores más prolíficos de vigilancia en la última década, dando un significado moderno a lo que se conoce coloquialmente como ‘pájaros en el alambre’”. Así que... ¡Aguas con los pájaros en el alambre! ¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguezdaniel.rodriguez@dbhub.net