En la semana que hoy termina se concatenaron dos hechos del mismo tema que para desgracia del Estado de Jalisco, por un lado, y del país por el otro, inciden negativamente en la calidad de la Educación Básica de las niñas y niños mexicanos.Por una parte, con motivo de la conferencia expuesta por el secretario de educación Jalisco, Juan Carlos Flores Miramontes, como parte de los eventos ofrecidos en el foro Talent Land en la que expuso una radiografía de la situación educativa que priva en el Estado se pudo dar cuenta de la situación tan lamentable que exige poner focos de alarma y proceder urgentemente a implementar programas y tomar medidas de tal manera drásticas que “lleguen a sus últimas consecuencias” -¿Dónde, ad infinitum se ha dicho esto?-. Las cifras, por sí solas y con independencia de la calidad, son verdaderamente alarmantes: 2 millones de niñas y niños se encuentran estudiando educación básica y otros dos millones también de jóvenes, mujeres y hombres, que no se han alfabetizado, es decir que no han terminado o bien la primaria o bien la secundaria. Para colmo, por otra parte y para aumentar el drama existe una buena parte de adeudos con los maestros, alta carga por exceso de burocratización infraestructura (aulas) en pésimas condiciones y para rematar un organigrama administrativo verdaderamente obeso: 80 mi1 personas en tareas administrativas que impiden cualquier acceso a mejorar la enseñanza.Por supuesto, de la calidad de la educación en cuanto a programas que linden con los nuevos sistemas que la tecnología recomienda, mejor ni hablamos y menos luego de ser testigos de las exposiciones realizadas en el arriba mencionado evento Talent Land. La podrida cereza en el pastel es que siendo Jalisco uno de los Estados que más aportan dinero en el rubro de la educación, sea el número 2l en el monto recibido por parte de la federación. En tétrico resumen, la educación básica en Jalisco es un cadáver insepulto.Pero... aún hay más; en pleno siglo XXI, con impresionantes avances científicos y tecnológicos de los que hemos sido testigos, la era de la robotización a la vista, la sustitución de vehículos de gasolina por los de energía eléctrica y más y más, ayer se aprobó la “mal llamada reforma educativa” que seguirá privilegiando a los maestros y a sus líderes con artículos que dejan muy en veremos la calidad educativa, en otras palabras primero el 3, luego el 2 y al final los que deberían ser el número 1: las niñas y los niños. Localidad educativa, motor principal para el progreso de un país seguirá siendo un espacio desértico.Reforma educativa con fines de explotar los más bajos fines políticos privilegiando a un podrido sindicalismo que opera tácticas perversas. Así las cosas en la semana que termina, las esperanzas de proyectar a México país hacia niveles competitivos mundialmente hablando parecen postergarse de nueva cuenta por lo menos otros seis años. La situación tanto aquí en Jalisco, como a nivel nacional no da indicios de contar con altura de miras; perdón niñas y niños mexicanos.