Una vez más el Gobierno del Estado incumple con los habitantes de El Salto para remediar la grave contaminación, y la consecuente afectación a la salud que padecen, por la operación del basurero de Los Laureles, asentado cerca de la cabecera municipal.Ahora resulta que el anuncio que hizo el gobernador Enrique Alfaro el 17 septiembre de 2019 de que el basurero de Los Laureles cerraría dos años después, fue entendido mal y lo que dijo ese año era que el siguiente mes iniciaría el plazo de cierre del basurero. Pero la mayoría entendió con claridad que lo que se anunció hace dos años es que Los Laureles debería cerrar todas sus actividades este septiembre.Para quien lo dude, se puede ver el video con las palabras directas del gobernador Enrique Alfaro o leer el boletín que se emitió ese día y que textualmente dice: “El cierre de Los Laureles será progresivo y se concretará en un periodo máximo de 24 meses” (se puede consultar aquí: https://www.jalisco.gob.mx/es/prensa/noticias/94175).Otra vez autoridades faltando a su palabra, otra vez incumpliendo compromisos con los pobladores de El Salto, Juanacatlán y Tonalá que padecen graves problemas de salud a consecuencia de la contaminación que producen las descargas industriales al río Santiago y las montañas de basura de Los Laureles.Gobiernos van y vienen y siempre queda la promesa incumplida. Le pregunté a Enrique Encizo, que tiene décadas denunciando la contaminación, qué siente de esta “reversa” que mete el Gobierno del Estado para desmantelar el basurero y no sin molestia dice que los gobernantes se han convertido en “especialistas de la mentira”.“Pienso que nuestros representantes han sido comprados por la fuerza del dinero, es lamentable esa reversa por parte del Estado (…) la primera vez que vino (Enrique Alfaro) el primer día de su mandato y dijo que iba a limpiar el río, le creímos, y después hace dos años dijo que iba a cerrar el basurero y le creímos. Entonces se puede uno imaginar que nuestros gobernantes tienen un gran gusto por la mentira, son especialistas en la mentira. Es lamentable porque la gente lo paga con su vida (…) la gente es la que carga en su lomo esas omisiones del Estado, se benefician unos pocos, se enriquecen a costa de los miserables, de los menos”, dijo Enrique Encizo en Cosa Pública 2.0 por Radio UdeG (https://bit.ly/3AzU2LT).Como recordó Encizo, el primer día de su gobierno Enrique Alfaro escogió ir a El Salto para anunciar a los pobladores que su gobierno se comprometería a hacer un plan de saneamiento del río Santiago y combatir la contaminación de estas localidades. Pero poco se ha avanzado en este compromiso y poco se avanzará, pues la principal fuente contaminante del cuerpo del agua, las descargas industriales, sigue operando impunemente.Y el incumplimiento del cierre de Los Laureles ahora en septiembre va a seguir propiciando la contaminación del río Santiago debido a que los lixiviados que producen 11 millones de metros cúbicos de basura, corren a cielo abierto, se juntan con otros arroyos y terminan en el río que se encuentra apenas a un kilómetro del vertedero de basura, según documento el colega José Carlos Toral en Meganoticias (10 agosto 2021). Y otro agravante que denunciaron tanto José Carlos Toral como Violeta Meléndez, ella en el diario Mural: la empresa concesionaria de Los Laureles, Caabsa Eagle, incumplió con construir una planta tratadora de lixiviados por lo que ahora está enviando ese líquido tóxico en pipas a la planta de tratamiento de Agua Prieta, en Zapopan.La gravedad de esta decisión es que la planta de Agua Prieta solo puede tratar aguas residuales con deshechos orgánicos, pero no aguas que tienen metales pesados como los lixiviados, que tienen cadmio, cromo y plomo.Esta tolerancia de la autoridad hacia los reiterados incumplimientos de la empresa Caabsa Eagle llevó a Gerardo Bernache, antropólogo del CIESAS, a cuestionar el papel del Gobierno estatal: “Nos sorprende que el gobernador y su equipo se hayan convertido en voceros de una empresa concesionaria, porque parece que ahora trabajan para ellos. Esto es realmente inaceptable”, dijo el pasado lunes.Y es inaceptable que el gobierno considere a estos territorios como “zonas de sacrificio” como ha denunciado Un Salto de Vida: zonas de sacrificio de vidas a costa de los negocios que se permiten operar contaminando y enfermando a los pobladores de estas localidades.