Se ha desarrollado un miniconflicto en razón de que nuestro admirado y amado señor presidente ha decidido, dentro de los parámetros de su permanente bondad, nombrar como representante de la República, creo que en Panamá, a un ilustre historiador llamado Pedro Agustín Salmerón Sanginés, quien según el propio primer mandatario es un autor condenado por los malditos conservadores hijos del siete de espadas, los mismos que en su momento mataron al águila que tranquilamente se estaba comiendo una serpiente en Aztlán y que crearon la teoría de las guerras floridas en contra de la gastronomía de los aztecas; que fueron por Maximiliano, principalmente Pomuseno, fruto de un levantón de sotana del Siervo de la nación, y que se han dedicado injustamente a criticar sin piedad las obras iniciadas -como la refinería subterránea de dos bocas, así como esa maravilla natural que es el Tren maya, que mostrará al mundo la belleza de nuestras selvas- y demás bondades de este gobierno que, salvo para sus cuates -quienes son muy bien defendidos por el primer mandatario- condena con horror la corrupción y hace bien. Pero como este sujeto es experto en la Revolución mexicana, les choca a los neoliberales y razas similares que rondan en la patria y que por eso lo apoya el preciso para embajador.Por otra parte, un grupo de personas de los rumbos del ITAM -que debe de ser una institución derechista, conservadora, retrógrada, retardataria, carda, carcunda, momia, facha e hija de la guayaba- lo acusan reiteradamente de ser un acosador de alumnas, diciendo que un acosador no puede ser embajador y sostienen el señalamiento de que ha sido una actuación permanente, por lo cual hace tiempo que fue exiliado a estas tierras, sin que haya (que se sepa) una acusación formal, en lo que tiene razón el mandatario, pero si permanentemente ha sido acusado por las que dicen ser sus víctimas y si el señor no fuera cuate de quien es amigo, sería suficiente para la condena pública, ya que ese tipo de molestias somos muchos los que pensamos no deben darse en un entorno civilizado.En una de las defensas que el máximo gobernante del país hizo del sabio historiador, expresó que éstas eran calumnias, y que lo perseguían y acosaban a él por su posición, aunque alguien dijo que esa posición lo molestaba también a él porque en la misma le dolían mucho las rodillas.Ahora bien, puede también darse la situación de que, a pesar de las acusaciones, sea nombrado embajador. Y como de todo hay en la viña del señor, pues habrá algunos a quienes no molesten las acusaciones y hasta les pueda llegar a gustar tener como representante nacional a un sujeto señalado como birriondo, sicalíptico y padrotón.Veremos, pues, cómo se desarrolla este evento. No sé quién tenga la razón, pero lo cierto es que a Salmerón le fue mejor con AMLO que al duque de York con su mamá.@enrigue_zuloaga