Así como llegaron los representantes de 15 países que asistieron a Cali, Colombia, para asistir a la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, así se fueron. Sin ideas, sin proyectos y sin propuestas concretas. En la conclusión de ayer por la tarde, cuando se esperaba que en el cierre de la cumbre se informara de un plan interamericano en la lucha en contra del narcotrafico, solo fueron los mensajes ya ‘muy sobados’ que todos los días en México escuchamos en las mañaneras desde Palacio.Primero, durante la sesión general, la canciller de México, Alicia Barcena, envió un mensaje de mucha ‘compasión’ y ‘comprensión’, al señalar que “hemos querido acompañar a Colombia en este encuentro porque hoy más que nunca es avanzar en este cambio de paradigma y abordar el problema de la droga con una mirada más integral (?)”. Mientras que su contraparte, el canciller colombiano Álvaro Leyva señaló que para enfrentar el problema -todo el continente- “debemos de hablar con una sola voz” y que se aborden “las causas últimas de que el narcotráfico siga expandiéndose". ¡Nada concreto! Y después, Gustavo Petro, como presidente anfitrión de la reunión -durante la clausura-, repitió el mismo hueco concepto de que “Debemos cambiar el paradigma de la lucha antinarcóticos”, mientras quien lo ayudó a concluir la cumbre, Andrés Manuel López Obrador, con ‘gran profundidad’ en el mensaje, dijo: “Lo fundamental para enfrentar el flagelo de la drogadicción y de la violencia está en atender las causas, con un nuevo criterio, no pensar solo en medidas coercitivas. Tenemos que poner por delante el criterio de que la paz es fruto de la justicia. Tenemos que luchar primero contra la pobreza, contra la desigualdad. Para enfrentar el problema de la violencia hay que ofrecer empleos, buenos salarios, atender a los jóvenes, garantizarles la oportunidad de estudio, de trabajo”.Si nos dejamos guiar por el ‘sobado’ mensaje del presidente mexicano, es toda una contradicción. Y si no, veamos. De acuerdo al pregonado tema -en los últimos días- de la pobreza, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2016 y 2022 casi nueve millones de mexicanos han salido del umbral económico más bajo, elevándose su nivel social, mientras que 5.4 millones han salido de la pobreza extrema. Si seguimos el razonamiento de López Obrador, de que “luchar primero contra la pobreza” como esencia para “atender las causas” de uno de los principales motivos del narcotráfico, era lógico -por lo tanto- ver reflejado que a menos pobreza, menos narcotráfico y por ende menos violencia. Pero resulta que no. Habrá podido bajar la pobreza en México, pero el elevado tráfico de drogas sigue teniendo consecuencias con dramáticos niveles -récord- de muertes.Así que la cumbre intercontinental contra las drogas parece que quedó a deber en cuanto a las expectativas -puro, ¡bla, bla, bla…!- y solo sirvió para que el inquilino de Palacio se ‘ventilara’ un poco por Sudamérica, después de una semana ‘muy ajetreada’ que culminó con el ‘dedazo’ presidencial. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net