Henry Ford decía que el Modelo T podría ser comprado en cualquier color, siempre y cuando fuera negro. Después de estar una semana en Madrid, siento que pronto el gobierno les dirá a los españoles que podrán comprar el auto que sea, siempre y cuando sea eléctrico. El auto que tuve durante esa semana en la capital española fue un Jeep Avenger, de gasolina. Ese coche tenía calcomanía C, que restringe su circulación en algunas zonas madrileñas, las llamadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Desde el primero de enero de 2022, Madrid impuso restricciones a la circulación que prohíben la circulación, el estacionarse y/o imponen tiempo de estancia permitido en esas zonas. Para identificarlos, esos vehículos tienen un sistema de calcomanías que van de la 0, otorgada sólo a los eléctricos o a los híbridos enchufables con autonomía eléctrica mayor a 40 kilómetros, que pueden circular o aparcar gratuitamente en las ZBE. La calcomanía ECO se otorga a los híbridos o Mild Hybrid, que pueden circular y estacionarse, pero no circular en los carriles para autobuses, como los de calcomanía 0. Los de gasolina nuevos que tienen calcomanía C pueden entrar, pero tienen que ir directamente a un estacionamiento, público o privado, pero no aparcar en la calle. Además, si hay contingencia ambiental, no pueden entrar o se enfrentan a una multa de 90 euros (cerca de mil 700 pesos). Los que tienen etiqueta C son vehículos matriculados de 2006 en adelante, de gasolina o 2014 en adelante, si es diesel. Las calcomanías B se otorgan a vehículos matriculados entre 2000 y 2005 y tienen privilegios similares a los de la C, pero más restricciones en casos de contingencia ambiental, por ejemplo. Los de calcomanía A o sin calcomanía, son vehículos de combustión interna anteriores a eso y tendrán su circulación prohibida en cualquier calle de la capital española a partir del 1 de enero de 2025, a excepción de vehículos antiguos, con más de 30 años de uso, con placas de autos clásicos y que hayan pasado la ITV, la verificación del estado general del auto, no sólo de sus emisiones, algo que México debería adoptar, por cuestiones de seguridad de la población.Dueños de vehículos de la década de 90 hacia atrás, ya están deshaciéndose de sus autos, ya sea llevándolos a destruir o vendiéndolos a pueblos a donde aún se puede circular. La normativa exhorta a las ciudades con más de 50 mil habitantes a adoptaren las ZBE, pero corresponde al ayuntamiento local decidir el funcionamiento de las calcomanías. Barcelona, por ejemplo, es mucho más amigable para el conductor que Madrid. El hecho es que los españoles no están convencidos de migrar a los eléctricos, pero la Unión Europea y los fabricantes, están forzando las cosas para que el país acelere en esa dirección. En octubre pasado, se presentó un informe llamado eReadiness 2023, en el que entrevistaron a 12.5 mil españoles. De esos, sólo 6% tiene un auto eléctrico, viven en ciudades, tienen cochera propia, promedio de edad de 43 años y un ingreso anual alto, de 91 mil euros (cerca de 1.73 millones de pesos mexicanos). Esos resaltan tres problemas: falta de estaciones de recarga, tiempo de recarga y baja autonomía. Pero las cada vez mayores restricciones a la circulación hacen que el 62% de los encuestados esté considerando un auto eléctrico, pero afirma no tener dinero para comprarlos.Como se ve, el mercado no quiere, pero las autoridades los están obligando a hacerlo. También los fabricantes, como mencioné anteriormente, porque invirtieron demasiado para hacerse de una importante capacidad de producción para ese tipo de vehículos y necesitan desquitar esa inversión.¿Sería buena idea aplicar esas políticas a América Latina? Con un sistema de transporte deficiente e inseguro (hablando de accidentes y asaltos), menor poder adquisitivo y una infraestructura que es deficiente en caminos, mucho más en red de carga, estaríamos dando un tiro en el pie si lo hiciéramos, al menos si lo hiciéramos en este momento. Sin embargo, es inevitable dar ese paso eventualmente, al menos antes de que otra tecnología mejor que los eléctricos aparezca.Hoy, con la electricidad todavía siendo mayoritariamente producida por carbón y diesel, las ventajas de emisiones de un eléctrico son mucho menores de lo que podrían ser. Pensando de una manera pragmática, los híbridos son los mejores vehículos para la transición, en lugar de forzar a la gente a comprar lo que no quiere y no puede pagar, como en España.oliveiraserg@gmail.com