Cada uno lee en la elección de Estados Unidos lo que su interés le dicta. Desde quienes ven en la derrota de Donald Trump el augurio (en realidad sólo deseo) de la derrota de López Obrador, quienes declaran a partir de esa elección el fin del populismo hasta, del otro lado, los que consideran que el triunfo de Biden es el triunfo del sistema de poderes fácticos (Wall Street, bancos, medios de comunicación) y preferían a Trump simplemente por ser antisistema. Hay quienes ven en la no-felicitación de López Obrador a Biden el peor de los errores diplomáticos y quienes leen en ello un gesto de independencia nacional. Todo tiene un poco de cierto y un mucho de falso. La tendencia a sobre interpretar y no ver los matices es lo de hoy. En ese entendido y corriendo el riesgo de no poder matizar lo suficiente por cuestiones de espacio, me parece que un tema central en la elección de Estados Unidos y que obliga a pensar en la realidad mexicana es la relación de los presidentes populistas con los medios y el papel de éstos en la democracia.“Los perros guardianes de la democracia”, como llaman en Estados Unidos al sistema de medios de comunicación, habían ido perdiendo fuerza en la medida que otros amos y otros intereses se fueron anteponiendo en la agenda de los grandes periódicos y cadenas de radio y televisión estadounidenses y, en el caso mexicano, porque comenzaron a comer, cada vez más, de la mano del gobierno. Tengo mis dudas de que Trump y López Obrador sean tan parecidos como algunos quisieran ver, “hermanos de distinta madre” los llamó el ex embajador de Estados Unidos en México, Jeffry Davidov, lo que es indudable es que comparten al cien su visión de los medios como el corazón del estatus quo que hay que romper, no por una convicción de que los medios son un manojo de intereses, sino porque saben que, con todos sus defectos, los medios llamados tradicionales son un dique frente a la polarización que generan las redes y que es donde ambos se sienten cómodos. Parte de la estrategia de la campaña de Biden fue alejarse de la polarización de Twitter para buscar el voto anti-Trump en los medios tradicionales. Y funcionó.Sin duda uno de los grandes ganadores de la elección 2020 en Estados Unidos son los medios.Desde su papel en los debates, hasta la polémica decisión de tres cadenas de televisión de cortar el mensaje de Trump por falsear información y engañar a las audiencias, hasta el papel crítico de periódicos como el New York Times o el Washington Post en el manejo de la pandemia, los medios fueron protagonistas y salieron avante. ¡Guau!, el perro ha vuelto a ladrar.El perro viejo ha vuelto a ladrar y reclama su lugar como guardián del sistema democrático. Ese mismo perro al que el presidente López Obrador denuesta un día sí y otro también en las mañaneras, y al que Trump ninguneó y pateó durante la elección, todavía tiene dientes y esa es sin duda una buena noticia para la democracia.diego.petersen@informador.com.mx