Definidas las alianzas y las no alianzas para las elecciones 2021 arrancamos las precampañas (ese periodo en que los partidos se hacen guajes jugando a una democracia que no practican) de cara a lo que será uno de los procesos más interesantes y complejos de los últimos años. A nivel federal lo que está en juego es el control de la Cámara de Diputados. La alianza todos contra el Peje, que incluye PRI, PAN, PRD y empresarios, tiene un objetivo muy concreto y que por lo mismo puede parecer muy pírrico: que López Obrador no tenga mayoría calificada (66%) para que no pueda modificar la Constitución y en el mejor de los casos que no tenga la mayoría absoluta (50% más uno) para que no pueda definir el presupuesto. El primer escenario se ve factible; el segundo es realmente complicado. López Obrador y Morena se han creado una imagen de imbatibles, principalmente por la debilidad de la oposición, pero en política nunca hay que desestimar la capacidad de hacer tonterías y Morena las está haciendo, así que no podemos descartar a estas alturas ningún escenario.En lo local las cosas están más complicadas. El orgullo naranja los llevó a no hacer alianzas ni en lo federal ni en lo local. Los argumentos de los emecistas son sin duda válidos y muy atendibles: no se pueden hacer cosas distintas juntándose con los mismos, pero es mucho lo que se pone en riesgo. Lo hemos dicho en otras ocasiones; perder Guadalajara, la mayoría en el Congreso o, en el peor de los casos, ambas, pondría al gobierno de Alfaro, ya vapuleado por el gobierno federal, literalmente contra las cuerdas. Alfaro se juega en esta elección no sólo la gobernabilidad de la segunda mitad de su periodo sino su vigencia nacional. Un mal resultado lo pondría contra las cuerdas, lo obligaría a atender más la política del estado y le rompería la inercia federal. Derrotarlo en casa significaría para Morena poner un pie en la gubernatura del 2024 o si es a manos de los jóvenes de Futuro un golpe terrible para los naranjas en edad de merecer. Vamos a ver si Futuro es como lo pintan, pues por momentos parecen como poco organizados y demasiado dependientes de una sola figura. Si logran mantener la votación que tuvo Kumamoto como candidato al Senado, serán la fuerza individual más importante. Más aún, si vemos la votación por partido tanto en Zapopan como en Guadalajara, MC tuvo menos votos que lo que hoy es Futuro y que Morena. Por supuesto que a favor de los naranjas juega el hecho de que son el partido en el poder, pero las últimas elecciones intermedias en Jalisco se han caracterizado por ser más un castigo a los partidos gobernantes que un refrendo: ninguno de los gobernadores desde la transición democrática en 1995 ha logrado ganar el Congreso en la segunda mitad de su sexenio.¿Y dónde quedaron PAN, PRI y PRD? Preocupados y entretenidos en lo nacional; borrados en lo local. diego.petersen@informador.com.mx