El triunfo de Norma Lucía Piña Hernández, nueva ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se interpretó como una derrota política para el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Y lo es en el sentido de que el Mandatario y sus operadores trabajaron para que el resultado fuera diferente, pero incluso la administración presidencial se verá beneficiada con este resultado, que ofrece una despresurización a tiempo para los grupos opositores a la 4T.En cuestión de horas, todo el aparato oficial aprovechó la ocasión para congratularse porque la Suprema Corte tiene por vez primera una presidenta. El Presidente López Obrador, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y todos los personajes afines a Morena, se manifestaron en las redes sociales para felicitar la llegada de la ministra al cargo.Cuidadosamente, nadie mencionó ya el tema de Yasmín Esquivel, la también ministra que a pesar de las recomendaciones bienintencionadas, se postuló al cargo con todo y el desprestigio del supuesto plagio de la tesis de licenciatura en la UNAM.Ese tema queda zanjado y ahora la señora Esquivel deberá pagar por la mancha gigantesca en su currículum.Para el Presidente López Obrador el tema del Poder Judicial es página pasada. Ya no podrá apoderarse totalmente de éste y aunque su influencia seguirá pesando, en la Suprema Corte encontrará un dique a su voluntad.En el corto plazo, el Plan B de la reforma electoral -si pasa en el Senado de la República- llegará a la Suprema Corte, donde se atenderán las controversias constitucionales que son evidentes.Es pertinente aclarar un par de cosas:1. Para la nueva presidenta de la Suprema Corte no es prioridad confrontarse con el Gobierno federal, porque aunque el Presidente del país subrayó que ella ha votado en contra de la mayoría de las iniciativas presentadas por su Gobierno, la señora Piña Hernández dejó claro que su prioridad es atender las funciones judiciales sin prometer magia ni ilusiones; eso sí, subrayó que su arribo al cargo es un triunfo femenino, por lo que con ella, habrá un reforzamiento en favor de este sector.2. La derrota política de la 4T fue evidente. La lectura es correcta porque aunque operaron para respaldar a Yasmín Esquivel (lo cual fue sorprendente dado el desgaste de su imagen), perdieron rotundamente. Este revés en el Poder Judicial abre una fisura en el bloque de Morena: ni López Obrador es invencible, ni la jefa de Gobierno de la CDMX tiene todo el apoyo, a pesar de las encuestas que la presentan como “la buena”. La cuestión es si este episodio será aprovechado por la oposición.A pesar de este episodio, que los “adversarios” y “conservadores” celebran ruidosamente desde una visión política, lo importante es que a pesar de las circunstancias, los ministros reaccionaron y con la elección de Piña Hernández, lograron mantener un espacio de autonomía y equilibrio entre poderes.Eso, en estos tiempos, se antoja como un regalo anticipado de los Reyes Magos, en un 2023 que será muy agitado en política electoral.A todos: que el nuevo año les traiga salud y fortaleza.jonasn80@gmail.com / @JonasJAL
