Nada menos ayer en la conclusión de nuestra reflexión en este espacio, señalamos que “El asunto de los carteles ya de por sí complicado para la seguridad y estabilidad en México y ahora las presiones de los vecinos del norte ‘por meter las manos’ dizque para poner orden, seguramente será motivo de más fricciones entre entre el inquilino de Palacio Nacional y de quien despacha desde la oficina Oval de la Casa Blanca.” Y no pasaron ni 24 horas cuando las propuestas en el Congreso estadounidense donde se pide considerar terroristas a los carteles de la droga y la desaparición de cuatro norteamericanos por aparentes narcotraficantes en Matamoros han provocado que la ‘liga se tense’ riesgosamente entre Palacio Nacional y la Casa Blanca.Ayer mismo Karine Jean-Pierre, vocera de la Casa Blanca, dijo que “este tipo de ataques son inaceptables”, mientras que el Federal Bureau Investigation (FBI) ofreció una recompensa de 50 mil dólares por información que lleve a su liberación y el arresto de los involucrados.El incidente -de acuerdo con el comunicado de la embajada de Estados Unidos en México-, descrito en el sentido de que: “atacantes desconocidos en Matamoros secuestraron a punta de pistola a cuatro ciudadanos estadounidenses en el que murió trágicamente un ciudadano mexicano inocente”, provocó que ayer mismo -ante de las 12 del mediodía- el embajador Ken Salazar visitara de emergencia al presidente Lopez Obrador en Palacio Nacional.Horas antes, AMLO durante su mañanera dijo que todo el gobierno está trabajando en el asunto y solo mostró su esperanza de que: “yo creo que se va a resolver”, aclarando que no fue un ataque directo en contra de los ciudadanos norteamericanos, porque aparentemente “cruzaron la frontera para comprar medicamentos y hubo una confrontación de grupos”. Enfrentamiento que se ha dicho que fue entre integrantes de los cárteles del Golfo y del Noreste.Sin embargo, el incidente -que cayó ‘como anillo al dedo’ para el Congreso de Estados Unidos- va a alentar y promover más las expresiones en Washington para tratar de controlar a los grupos delincuenciales que operan en México.Y vale la pena aclarar que la reciente propuesta de considerar terroristas a los carteles mexicanos no implica o significa que el ejército del país vecino vaya a invadir nuestro territorio y venga a combatirlos, como muchas personas en las redes sociales lo han insinuado. De aprobarse la propuesta -que difícilmente sucederá- serviría solamente para tratar de financiar o dar más recursos a la lucha en contra de las organizaciones criminales y reforzar más los candados de seguridad en la frontera.La efervescencia que se desató con el artículo del ex Fiscal General en el Wall Street Journal donde dice que es un “paso necesario” que el ejército norteamericano intervenga para combatir a los narcotraficantes, dista mucho de recomendar una intervención militar en México.Lo que sí podría afectar -en caso de que los grupos criminales fueran considerados como terroristas- y causar daños irreparables e irreversibles, serían las relaciones comerciales entre ambos países, y en futuro inmediato los inversionistas se la pensarían dos veces en poner su dinero en un territorio ‘etiquetado’ de esa manera, además que Washington necesariamente implementaría una política exterior hacia nuestro país más cautelosa. Y en todo eso, el que más sale perdiendo es México. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net